La Guardia Indígena inició el control territorial desde la mañana de este miércoles 5 de octubre. Localizaron al grupo insurgente en la vía que conduce a la institución educativa de la vereda Sesteadero y les solicitaron de forma verbal que retiraran los pasacalles.
Como no se atendió la solicitud de la Guardia, veinte minutos después, los propios guardias se encargaron de retirar los pasacalles. En ese momento se registró el primer hostigamiento armado. Los guerrilleros lanzaron ráfagas que alcanzaron una motocicleta de la Guardia.
La siguiente acción de la Guardia Indígena fue solicitar el apoyo de la comunidad e iniciar la búsqueda del grupo insurgente con mayores refuerzos.
En esta información aclaramos y resaltamos que ningún miembro de la Guardia Indígena porta armas de fuego, sino simplemente bastones o “varas” de mando, como símbolo de resistencia y defensa a la vida.
Tres guardias lograron llegar muy cerca al grupo insurgente, quienes inmediatamente reaccionaron con dos disparos de arma de fuego que alcanzaron a Manuel Antonio Tumiñá, coordinador de la Guardia indígena del resguardo de
Toribio causándole la muerte instantáneamente, de igual manera Daniel Coicué, integrante de la Guardia del resguardo de San Francisco quien recibió dos impactos de bala, aún estaba vivo, cuando sus compañeros de la Guardia trataron de sacarlo del área y llevarlo para ser atendido médicamente en el centro médico de esta localidad. Lamentablemente a pesar de los esfuerzos realizados por la guardia y la comunidad por salvarle la vida Daniel falleció en el camino.
En este momento las autoridades indígenas mantienen a dos detenidos del grupo guerrillero. Los capturados por la Guardia Indígena portaban uniformes camuflados.
Manuel Antonio Tumiñá Jenbuel tenía 42 años de edad, y era oriundo de la vereda Pueblo Viejo. Daniel Coicué Julicue, tenía 63 años residentes de la vereda el Flayó, resguardo de San Francisco.
Las comunidades indígenas rechazamos el fusilamiento de nuestros guardias indígenas, llamamos a la comunidad a mantenernos en asamblea permanente y a estar atentos al llamado de las autoridades tradicionales, en cumplimiento del ejercicio legítimo del control social y territorial.