En este panorama las violaciones a los derechos humanos probablemente se profundizarán y es necesario que las organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos continúen su trabajo de seguimiento a estas problemáticas. Es de resaltar el trabajo de La Red por la Vida y otras organizaciones que investigan estas problemáticas y abren espacios como la audiencia que permiten a las comunidades exponer sus exigencias frente a las afectaciones de políticas destructivas como la política minero energética del gobierno de Santos. Este trabajo necesita de las garantías necesarias para que los señalamientos y las amenazas frenen este trabajo en defensa de los derechos de las comunidades que defienden sus territorios.