Atrévete a romper el molde, a preguntarte el por qué y el para qué de las cosas, ante todo atrévete a verte a ti misma; date tiempo para pensar en ti, descubrir tu interior y conocerte, lo lindo, lo feo, lo bueno, lo malo, eso eres tú y está bien y si no lo está y si no te gusta, cámbialo, que bien puedes hacerlo si lo decides; aprende a escuchar tu corazón y hazle caso a tu intuición, eres mujer, el ser que más desarrollada tiene esta habilidad, solo aprende a diferenciarla de tus miedos, prejuicios y dolores.
Sabes que es tu intuición la que habla cuando la cabeza ya no mueve al corazón, así duela o se disfrute, tu intuición fue la que habló.
Aprende a ser tu amiga, mírate con amor, empatía y paciencia, háblate con cariño, como le hablas a los demás y olvidas hacerlo contigo cuando más te necesitas; cuida tu cuerpo, quiérelo mucho, así como está es perfecto, cuando lo aceptes y lo cuides, estarás honrando tu templo, tu único vehículo para transitar esta vida.
Ante todo, mujer, ríe, disfruta, aprende a fluir y gozar de la vida que solo es una, que solo es tuya y está para compartir, no para depender de alguien ni completar a nadie. Ámate mujer, que como tú, no hay dos.