Pueblos en Camino surge como iniciativa en el propósito de aportar al Tejido de resistencias y autonomías de y entre pueblos y procesos frente, en contra y como alternativas al capitalismo. No se trata de una institución, ONG, partido, estructura. No tiene dueños. Surge a partir de varias vertientes de procesos indígenas y populares en los que las luchas de resistencia y consolidación de autonomías son los rasgos esenciales y a partir de experiencias de palabra y acción en el espíritu de comunidades y colectivos tejidos a la Madre Tierra. Desde el último trimestre de 2015, hemos reconocido que el “proyecto de muerte” del capital transnacional lanza una ofensiva continental y global en todos los ámbitos y de manera coordinada y evidente. Combinan el terror con la ocupación del territorio físico y el de los imaginarios, el sometimiento institucional, la dependencia, los megaproyectos y políticas de despojo bajo el “libre comercio” y la captura y cooptación de personas, colectivos, procesos, partidos y movimientos.
Ante esta situación y a pesar de las actividades e iniciativas que venimos adelantando en los últimos 10 años, reconocemos que no podemos seguir haciendo lo mismo cuando todo ha cambiado. Sabemos que la dinámica totalizante del capitalismo transnacional, patriarcal y racista, articula un proyecto totalitario y fascista coordinado, con una cuarta guerra mundial o tormenta, como la han denominado las y los zapatistas, justamente para superar su crisis que consiste en haber creado de una parte un excedente de humanidad empobrecida y de capital –un enorme desfase entre el poder y acumulación especulativo/financiero y la explotación del trabajo y generación de plusvalía-, y de otra, un déficit de vida y de naturaleza, transformados en recursos naturales explotables. La superación de su crisis requiere de eliminar excedentes de capital y población de manera masiva, a la vez que apropiarse de la naturaleza y de los bienes comunes mientras los explotan y destruyen para acumular y recuperar tasas de ganancia.
Sabemos y participamos de resistencias fragmentadas y aisladas y desde allí reconocemos que no hay realmente Resistencia de los pueblos al avance totalitario del capitalismo transnacional: las resistencias fragmentadas debilitan la resistencia de los pueblos al capitalismo que debe mantenerse diversa y respetando autonomías sin vanguardias ni maquinarias bajo ideologías y líneas, a la vez que tejida. La resistencia de resistencias organizadas está ausente y mientras lo esté, las resistencias son débiles, en el mejor de los casos, y, en general, terminan por ello sirviéndole al proyecto fascista del capital. Resistencia y autonomía son un falso dilema intencionalmente presentado así, como una dicotomía por el sistema para el que, como otros del mismo, o resistimos o generamos alternativas autonómicas. Esta es una trampa en la que generalmente caemos. Enfrentamos un sistema que no respeta fronteras, pero lo hacemos desde y dentro de las fronteras que el sistema nos ha creado para colonizarnos. Fronteras que tenemos que deshacer y superar a la vez que nos arraigamos tejiéndonos desde territorios.
Mientras esto sucede, incluyendo la captura de compañeras y compañeros para el sistema, se inicia esta avalancha de masacres y asesinatos (en realidad nunca se detuvo, solamente se incrementó abiertamente) en todo el continente y el mundo, incluyendo entre muchas y muchos el de la compañera y hermana Berta Cáceres del COPINH en Honduras.
Así como observamos y nos manifestamos abiertamente frente a los golpes de estado en Honduras y Paraguay en su momento ante la predecible y calculada reacción e ineficacia de nuestras reacciones ante la agresión, los hechos nos reiteraron esta impotencia, este desahogo y desgaste de energías recurrente ante el asesinato de Berta y la absoluta invisibilización y desprecio frente a los demás y simultáneos crímenes de otras y otros menos visibles con los que Berta vivió y luchó y de quienes Berta hizo parte. Según lo corroboramos, no hemos aprendido mucho desde esos golpes y seguimos, aún ante las peores agresiones, sometidos a un “protocolo post-muerte y agresión” del que se vale y del que aprende el sistema. Un protocolo que incluye nuestras reacciones en la ecuación de terror para conocernos, reconocernos, identificarnos, cansarnos, capturarnos y avanzar.
No podemos seguir haciendo más de lo mismo para la agenda de capitalista, patriarcal, racista y ecocida cuando hacen falta nuestras luchas que den fuerza a un NO! al sistema de despojo y terror para la acumulación desde los muchos SÍ! que son semillas de autonomía. La intención es irnos tejiendo, encontrando. El tema que nos convoca no lo vamos a resolver hoy, sino a empezar a intercambiar para irlo definiendo y priorizando. No nos involucra esta agenda, este camino en construcción colectiva como desafío, sólo a nosotros y nosotras los que estamos hoy, sino a más gente que no está hoy presente.
El Desafío: reconocer el problema que estamos enfrentando: cómo tejer residencias y autonomías desde abajo, que tengan resultado romper el protocolo post-muerte que aparece en todos lados.
Resumimos así la palabra de muchas voces en el documento que anexamos como insumo para el debate y en los videos que refuerzan esta misma palabra y nos convocamos a aportar a la resistencia y autonomías inseparables, desde abajo. Para esto convocamos este primer encuentro-jornada de una tarea urgente, de fondo, a largo plazo, de palabra y acción en el espíritu de comunidades y procesos. Es el comienzo de algo que no empieza acá, que ya viene y ha venido haciéndose, pero comienza y se asume como tal y que no termina porque falta lo que falta.
Hasta ser fuerza en resistencia desde otro mundo de muchos mundos posible y necesario, en Minga por la vida y la autonomía.
Iniciamos por darle la palabra a la gente presente en la diferentes sedes sobre este desafío planteado y vamos a priorizar la palabra desde los colectivos. Al terminar esta ronda y a partir de lo que de allí surja, sin resumir, nos damos un tiempo para una segunda más corta solo para propuestas de como seguir que incluyen más encuentros y otras cosas que se nos ocurran.
A ver si nos encontramos para no dejarnos joder y parar lo que nos están haciendo. Tenemos que hacer respetar la vida. No hay línea, ni organización ni partido, somos todas y todos!!