“Un día dijimos: ¡BASTA! Un día dijimos: ¡dejen de robarnos! Un 20 de diciembre del año 2001 como Pueblo, nos rebelamos y salimos a la calle. A enfrentar el Estado de Sitio y la entrega de los políticos y los empresarios a la usura internacional. Hubo una feroz represión, ordenada por el gobierno. Con el apoyo de la mayoría de la oposición. Sin embargo, les torcimos el brazo. Y el helicóptero, que se llevó al entonces presidente De La Rua, simbolizó el final de una época. Después: seguimos el camino de la lucha con los escraches, las asambleas populares, las movilizaciones. Argentina vivió un Estado prerrevolucionario, sintetizado en el “que se vayan todos”. La Democracia Participativa y directa. El consenso, la autoorganización… eran palabras que se construían todos los días. Sin embargo, la habilidad de los políticos. Acompañada por la cooptación y la represión que terminó con los asesinatos de Maxi y Darío en el Puente Pueyrredón, terminaron abortando este proceso iniciado el 19 de diciembre y 20 de diciembre del 2001. Hoy, a 15 años de aquella gloriosa jornada de lucha, rendimos homenajes a las decenas de caídos que dejó la represión. Con el recordado caso de David Moreno, asesinado en barrio Villa 9 de Julio en Córdoba. Ante este presente de desesperanza y de individualismo, la historia muestra páginas de lucha y resistencia. Las jornadas del 2001 dejaron muchas enseñanzas, especialmente el poder que tiene un pueblo movilizado, organizado y solidario. Estas enseñanzas están presentes en los que nos oponemos a las injusticias y luchamos contra el sistema, construyendo nuevas formas de participación, solidarizándonos, enseñando y aprendiendo. Pero fundamentalmente, rebelándonos ante los poderosos, y las injusticias.”