Nazaret, a las afueras de la Basílica de la Anunciación donde, al
parecer, no se anunció nada. Al menos, eso es lo que nos ha
dicho en exclusiva Jesucristo, el hijo de María...
JESÚS ... Y de José.
RAQUEL Bienvenido una vez más, Jesucristo. Hablemos, entonces, de
José. Se ha dicho que usted era de una familia muy pobre... Pero,
al menos, su padre tenía un taller de carpintería...
JESÚS ¿Un taller?... Aquí nadie tenía nada.
RAQUEL ¿José no era carpintero? Pertenecería a una clase media, lo que
hoy llamaríamos un mediano emprendedor...
JESÚS ¡Clase media!... Aquí la única clase era la de los desempleados...
RAQUEL Pero en el evangelio dice que usted era el hijo del carpintero...
JESÚS Lo habrán escrito así para levantar un poco a mi padre. Pero él,
como todo el mundo en Nazaret, era un hacelotodo.
RAQUEL ¿Un hacelotodo?
JESÚS Sí, un artesano de cualquier cosa. Mi papá trabajaba en lo que
saliera. Venía el terrateniente, lo contrataba para recoger uvas.
Mañana levantabas un muro. Pasado cortabas trigo. Y la mayoría
de días, una mano sobre la otra. No había trabajo en Galilea.
RAQUEL En fin, volvamos al punto que más interesa a nuestra audiencia.
En la anterior entrevista, usted afirmó que José fue su padre... su
padre-padre...
JESÚS Sí, claro.
RAQUEL Esto significa que... que María y José eran esposos.
JESÚS Si, claro.
RAQUEL Y que vivían como esposos...
JESÚS Por supuesto, ¿cómo iban a vivir?
RAQUEL No es tan supuesto, porque siempre nos pintaron a un José
viejito, de barba blanca, con una vara florida...
JESÚS La única vara que recuerdo en manos de mi padre es una vez que
yo me porté muy mal...
RAQUEL No, me refería a la castidad... Porque, si no es indiscreción,
me gustaría hablar del lado humano de esa pareja... ¿Ellos se
querían, se amaban? ¿O eran la sagrada familia, un matrimonio
sólo de apariencias?
JESÚS Pero, ¿qué estás diciendo, Raquel? Ellos se querían muchísimo.
Mi padre siempre llamaba a mi madre “mi morenita”, como la del
Cantar de los Cantares. ¿Conoces ese poema de amor, verdad?
RAQUEL Sí, alguna vez lo leí...
JESÚS A mí me gustaba mucho cuando veía a mi padre y a mi madre
caminar abrazados al atardecer... Mi hermano Santiago y yo nos
subíamos al muro a espiarlos... Y los atrapábamos besándose...
Y mamá se ponía roja de vergüenza...
RAQUEL Sin embargo, en el evangelio dice que cuando ellos estaban de
novios, María apareció embarazada... y José tuvo muchas dudas
y hasta pensó abandonarla... ¿Usted supo algo de esta crisis
prematrimonial?
JESÚS Como comprenderás, yo nunca les pregunté sobre esas cosas.
Aunque una vez...
RAQUEL ¿Una vez qué?
JESÚS Una vez, aquí en Nazaret, me insultaron, me llamaron bastardo...
RAQUEL ¿Y por qué lo habrían llamado así?
JESÚS Bueno, en aquel tiempo abusaban de las muchachas, las
forzaban...
RAQUEL Igual que ahora...
JESÚS Pero como te digo, yo nunca pregunté nada de eso. Tampoco me
preocupaba porque José me quería muchísimo. Él me hizo un
hombre. Me enseñó a trabajar, me enseñó a ser justo. Algún día
te contaré cómo fue su final.
RAQUEL O sea, que la posibilidad de que su padre no haya sido su
padre...
JESÚS Padre no es sólo quien engendra. Eso lo sabe hacer cualquier
animalito. Padre es quien te cría. Quien te enseña a vivir.
RAQUEL En resumen, Jesucristo nos ha dejado sin ángeles anunciadores a
María, sin sueños reveladores a José, sin vírgenes que dan a
luz... ¿con qué nos quedamos?
JESÚS Quédate con el amor. Mi madre y mi padre se querían. Eso es lo
más importante. Lo único importante.
RAQUEL Amigas, amigos, ahora quisiéramos escucharlos a ustedes. Los
teléfonos de Emisoras Latinas están a su disposición. También
nuestra página web, recuerden www.emisoraslatinas.net. Soy
Raquel Pérez, desde Nazaret.
CONTROL CARACTERÍSTICA MUSICAL
LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su
segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José
Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.
MÁS DATOS SOBRE ESTE POLÉMICO TEMA...
Un gran desconocido
Así como de María los evangelios nos dan algunos datos importantes para
reconstruir rasgos de su personalidad, de José no sabemos prácticamente
nada. María habla en los evangelios, José no dice una sola palabra. Sólo en
dos de los cuatro evangelios José aparece varias veces, pero únicamente en
los relatos de la infancia de Jesús, que más que históricos o biográficos,
comunican símbolos de la cultura hebrea, por estar construidos con referencias
a personajes y a acontecimientos del Antiguo Testamento. Por ejemplo, el José
que recibe en sueños el anuncio de que María ha engendrado a un hijo hace
eco al José del Génesis que soñaba el futuro. A pesar de lo poco que sabemos
de José de Nazaret, la iglesia católica ha producido una abundantísima
bibliografía sobre él, hasta construir una rama de la teología, la “josefología”.
Desde hace años, los josefólogos celebran congresos internacionales en
distintos países para construir especulaciones sobre el sentido de la vida de
este hombre.
Un hacelotodo
Qué José fuera “carpintero” se basa en una cita del evangelio de Mateo, donde
se habla de Jesús como “hijo del carpintero” (Mateo 13,55). La palabra aramea
para designar este oficio es “nagar”, que significa algo más amplio: artesano.
La palabra griega que utiliza Mateo en su escrito es “tekton”, concepto aún más
amplio, que designa a un trabajador en general, a alguien que hace cualquier
tipo de trabajos.
¿Hijo de “madre soltera”?
La tradición ha presentado a José como un hombre anciano, y por tanto sin
impulso ni actividad sexual, para reforzar la idea de la virginidad física de
María. Tal vez José no fue el padre genético de Jesús, pero no porque María
concibiera virginalmente a Jesús, sino porque Jesús fue engendrado como
fruto de una violación sexual.
Esta hipótesis tiene fundamento en el evangelio de Juan, donde Jesús es
llamado “samaritano”, un insulto muy fuerte equivalente a “bastardo” (Juan
8,48). También tiene base en el dato, insólito en aquel tiempo, de que el
evangelio mencione a Jesús simplemente como el “hijo de María” (Marcos 6,3),
ya que era obligado el referente masculino al presentar a cualquier persona.
Incluso, tiene fundamento esta hipótesis en la misma palabra que utiliza Mateo
para hablar de María como “parthenos”. Esta palabra griega designaba la
virginidad física, pero era también un eufemismo que se empleaba, tanto para
hablar de una mujer no casada y embarazada (nuestras actuales “madres
solteras”), como para hablar de una muchacha violada y embarazada. Así, los
hijos de padres no conocidos eran llamados “hijos de virgen”. Y esto era así
porque en la antigüedad la virginidad era vista más como un estado social
(mujer sin hombre) que como un estado físico (mujer con el himen intacto).
La hipótesis de la violación sexual
En las primeras polémicas entre paganismo y cristianismo se menciona el
hecho de que María fue violada. El filósofo pagano Celso en “Verdaderas
Doctrinas”, obra escrita en el año 178, da incluso el nombre del violador:
Panthera, un soldado romano. Éste era un nombre griego bastante común en
su tiempo, y era también el nombre de una de las legiones romanas que
estuvieron ocupando Palestina en los años en que Jesús nació.
Las violaciones sexuales de las tropas romanas contra mujeres galileas eran
muy frecuentes. Expresaban entonces —como expresan ahora, en las guerras
y en las intervenciones militares— más que un deseo sexual masculino e
instintivo, un abuso de poder y una agresión física con la que el hombre
guerrero pretende establecer superioridad y dominio sobre los territorios
conquistados y sus pobladoras.
Un hombre justo
En el evangelio de Mateo se caracteriza a José con una sola palabra: era un
hombre “justo”, una cualidad que los profetas de Israel atribuyeron a Dios. Que
Dios es justo significa en la cultura hebrea que Dios es justiciero y hace justicia,
que toma partido por quienes están abajo y sin poder, que se compadece y
saca la cara por los pobres, que es recto y no se deja sobornar ni por palabras
bonitas ni por ritos sagrados. Padre genético o padre adoptivo, José debió
haberle heredado a Jesús su sentido de la justicia.
José en la literatura
José de Nazaret es un personaje más presente en la pintura que en la
literatura. Aparece a menudo en el cine, pero como un personaje gris y
secundario. El Premio Nobel de Literatura José Saramago lo convierte en
protagonista excepcional de la primera parte de su novela “El evangelio según
Jesucristo”, cuando José es crucificado por error en Séforis, la capital de
Galilea, tragedia que ocurre cuando Jesús es joven y que influirá decisivamente
en su vida.