Malely:
Sónika, es un proyecto de comunicación en resistencia con diferentes pueblos. Hemos aprendido más que lo que hemos aportado.
Alejandro.
Agradecemos la mediación de Pueblos en Camino. Manuel hacía un paseo por todo lo que sucede. Hay recrudecimiento general de agresión. Hace falta lectura de lo que pasa en AL. Hay un reagrupamiento de la derecha: Argentina, Venezuela, México etc. En Colombia, se relanza el proyecto de la derecha, marcha del uribismo y se recrudece el paramilitarismo. Esa es la amenaza fundamental que enfrentamos.
Hacemos parte de procesos en municipio de Soacha cerca a Bogotá. Una ciudad empobrecida. Hace un mes, un compañero miembro de la Juventud Comunista, dedicado a actividades deportivas fue asesinado. Hubo movilización. Simultáneamente asesinaron 5 líderes en Cauca.
Clau Zapata, este compañero, fue asesinado. Hace parte de una arremetida en todo el continente y tiene que ver, en el caso de Colombia, con el proceso de paz. Un proceso que se nos promete como democratización. No nos oponemos a este, pero creemos que esa ventana se cierra, pero se consolida el proyecto de ultraderecha y paramilitar.
El Cauca, la Liberación de la Madre Tierra, construye alternativa.
Soacha es un proyecto de control social. Incluye muchas fundaciones, ONGs, proyectos asistenciales, que están cooptando y meten asistencialismo paralelo con paramilitarismo. Garrote y zanahoria. Una guerra contra jóvenes, como población excedentaria. Se basa en la ejecución y del desprecio a todo lo que no les sirva.
Esto es lo que vivimos. Vemos lo que nos cuentan y desde este municipio se ve la otra cara de la moneda. Expulsan allá a la gente de sus tierras y del campo. Regiones donde la gente es desaparecida, desplazada, despojada: llegan acá. Eso es Soacha. Miseria con procesos inmobiliarios y aumento de presión sobre territorio. El proyecto del capital tiene a Soacha como laboratorio de control social en zonas urbanas empobrecidas. Mujeres-feminicidio, jóvenes, resistencia.
Nos interesa conocer, aprender y seguir