“Javier Oteca, aparte de ser comunero indígena, también hacía parte de la guardia indígena, cuidador del territorio. Cuando la comunidad inició la liberación de la Madre Tierra en Corinto, a finales del 2014, pues el comunero fue muy activo en este proceso de liberación…varias ocasiones destruyeron el rancho que el comunero tenía en el punto uno (lugar de la liberación), cada vez que había arremetidas de la fuerza pública, o sea el desalojo, pues los ranchos los destruían, quemaban los plásticos, lo poco que había lo quemaban o lo llevaban”.