Tina, fotógrafa italiana, ha sabido penetrar muy a fondo México adentro, en los pocos años que lleva aquí. Sus fotografías ofrecen un espejo de grandeza a las cosas simples de cada día y a las sencillas gentes que aquí trabajan con las manos.
Pero ella es culpable de libertad. Vivía sola cuando descubrió a Mella, mezclado en la multitud que manifestaba por Sacco y Vanzetti y por Sandino, y se unió a él sin boda. Antes había sido actriz en Hollywood y modelo y amante de artistas; y no hay hombre que al verla no se ponga nervioso. Se trata por tanto, de una perdida -y para colmo extranjera y comunista. La policía difunde fotos que muestran desnuda su imperdonable belleza, mientras se inician los trámites para expulsarla de México.