Narrador El grupo de discípulos y discípulas andan por el altiplano, contemplando aquellos verdes prados recién bañados por la lluvia. Miran varios rebaños de ovejas que pastan apacibles en las laderas y beben de los limpios manantiales de cristalinas aguas recién nacidas.
Juan A mí me gustaría ser pastor.
Pedro A mí no, Yo prefiero ser pescador.
Magdalena Yo quiero ser por siempre discípula de Jesús Resucitado.
Pedro Bueno, yo dije pescador pero pescador de hombres.
Juan Y yo pastor de las ovejas del rebaño de Jesús.
Narrador En ese momento ven que Jesús está sentado a su lado, sonriendo al escuchar su conversación.
Jesús Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
Juan Tú ya diste la vida por nosotros, pero el Padre te la devolvió.
Pedro Un momento. Tú no diste la vida. Te la quitaron. Te mataron impunemente los asesinos de siempre.
Magdalena Acláranos eso que la gente anda discutiendo desde hace tiempo. ¿Tú entregaste la vida o te la quitaron?
Pedro Sí, Jesús. ¿Te mataron o fue tu Padre que te mandó a morir?
Jesús Mi Padre es el Dios de la Vida.
Juan ¿Entonces por qué dicen que moriste por obediencia al Padre?
Jesús ¿Qué Padre creen que tengo? Si mi Padre no quiere la muerte del pecador, mucho menos va a querer la muerte del justo.
Juan ¿No te mandó a morir?
Jesús Me mando a vivir y a dar vida. Pero para darles vida a todos ustedes, fue necesario que yo entregara la mía.
Magdalena ¿Y entonces por qué mueren tantos niños y niñas inocentes?
Jesús Los mata el egoísmo que hay en el mundo. Yo morí por ellos. Para que ya no mueran antes de tiempo.
Juan Pues la verdad es que no ha cambiado mucho. Quienes más siguen sufriendo y muriendo son los inocentes.
Jesús Porque los cristianos y cristianas no han sido capaces de establecer el Reino de mi Padre. Pocos son los que aprenden cómo seguir mis pasos. Pocos están dispuestos a entregar su vida por la vida de muchos.
Juan Tú mismo rogaste al Padre que te librara de la muerte.
Jesús Me sentía aterrado. Tenía miedo de flaquear, de no ser fiel hasta el final.
Juan Pero le dijiste que se haga tu voluntad
Jesús Lo que mi Padre quiere no es el sufrimiento y la muerte de los justos. Él quiere nuestra fidelidad hasta las últimas consecuencias. La fidelidad al Reino.
Magdalena ¿Y no te podría haber salvado tu Padre?
Juan ¿Por qué no interviene para salvar a tanto inocente que muere?
Magdalena ¿Por qué permite tanto mal?
Pedro ¿Por qué no castiga a los asesinos, en vez de castigar a los pobres?
Jesús Dios no castiga, ni siquiera a los malvados. Dios no permite el mal, pero respeta la libertad que les dio. Mi Padre dejó el mundo en las manos de ustedes, en las manos de todos los hombres y mujeres.
Pedro Y ya ves lo que hemos hecho de él. Si yo fuera Dios
Juan De dicha no sós Dios.
Magdalena Qué sería de nosotras con un Dios así.
Jesús Nuestro Dios es paciente y compasivo. Lento a la ira y pronto a la misericordia.
Magdalena Te vio morir, sufrió contigo pero pronto te resucitó.
Juan Porque fuiste fiel.
Pedro Espero que a mí no me vaya a probar de esa manera.
Narrador Jesús abraza a Pedro, a Magdalena, a Juan Jesús abraza a todos sus discípulos y discípulas, con compasión y ternura.
Jesús Todos ustedes tienen que ser buenos pastores y pastoras, dispuestos a dar su vida por las ovejas, como ya lo han hecho tantos
Magdalena Como el padre Tulio, que conocía a todas las ovejas por su nombre y por ellas entregó la vida.
Pedro O Monseñor Gerardi, que quiso quitar las pieles de ovejas de tantos lobos disfrazados.
Juan O como aquellos catequistas que arriesgaban su vida cada día, en el tiempo de la persecución. Recorrían las montañas en busca de las ovejas dispersas, llevándoles el alimento: tortillas, sal, la Eucaristía, la Palabra de Dios
Magdalena Como no tenían Biblias, llevaban escritas unas tiritas de papel, con algunos versículos que recordaban. Y los dejaban para que los leyeran en la comunidad. En la siguiente visita les dejaban un papelito nuevo y recogían el anterior, para intercambiarlo con otras comunidades.
Jesús Esos son buenos pastores, que conocen a sus ovejas. No huyen, sino que enfrentan el peligro, cuando llegan los lobos. Y algunos pierden la vida ¿Entonces la entregan o se las quitan?
CONTROL CORTINA MUSICAL
Jesús Los asalariados trabajan por el dinero y huyen cuando llegan las persecuciones, o se alían a los poderosos. Abandonan las ovejas y tantas son martirizadas también, porque los lobos las agarran, las matan o las dispersan.
Magdalena Por eso hay tantas comunidades dispersas, aisladas todavía.
Jesús Es necesario que haya un solo rebaño con un solo pastor.
Narrador Desde el cerro ven cómo los pequeños rebaños de ovejas se van juntando en un gran corral que tienen los pastorcitos del lugar. No tiene cada quien su corral, sino que guardan a las ovejas todas juntas, con un pastor que se turna para cuidar de ellas, para que no les pase nada durante la noche. Se han organizado en comunidad y comparten el trabajo, los gastos y la responsabilidad.
Juan Mira, Jesús, se parecen a nosotros.
Jesús ¿En qué?
Juan En que nos vamos juntando quienes nos conocemos, familiares, vecinos, amigos nos organizamos como comunidades para hacer presente el Reino. Cada comunidad en su lugar, pero todas unidas como un solo rebaño.
Magdalena Nos ayudamos, caminamos juntas. Intercambiamos ideas de economía solidaria para sobrevivir en esta crisis. Esos son los nuevos pastos que vamos buscando.
Pedro Y tratamos de que haya lo necesario para todos y todas: comida, vestido, vivienda, educación, salud
Juan Es como un camino. Cada día damos nuevos pasos, hacemos nuevas experiencias y las intercambiamos.
Pedro Y lo bonito es que en ese camino nos encontramos todos los cristianos y cristianas, que creemos en ti y en tu proyecto.
Magdalena Y no sólo los cristianos, sino que hay muchas personas que ni siquiera te conocen, pero están tratando de hacer el bien.
Juan Por eso en muchas partes nos conocen como los del camino.
Pedro Es un bonito apodo que nos han puesto.
Magdalena Pero, aunque hay gente de muchas religiones, o hasta sin religión, podemos decir que tenemos un solo pastor.
Narrador Se voltean hacia Jesús, pero ya no lo ven. No lo ven, pero saben que está con ellos, sienten su presencia y su compañía. Cada quien va aprendiendo a pastorear. Surgen cada día buenas pastoras y buenos pastores, dispuestos a caminar con sus ovejas, a acercar el Reino de Dios, a defender la vida de sus comunidades y a entregar su propia vida.
Jesús Esto es lo que quiere mi Padre.