Radioteca ya no recibe más audios. Los audios existentes permanecerán en línea.

[Leer aviso]

Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.

Recomendamos Archive.org para guardar tus audios online.

45- JESÚS.¿Existe el diablo?
45- JESÚS.¿Existe el diablo?
Descripción:

¡100 entrevistas exclusivas con Jesucristo en su segunda venida a la Tierra! Los autores de OTRO DIOS ES POSIBLE son los hermanos López Vigil, conocidos ya en la región por su anterior producción radiofónica UN TAL

Libreto:
RAQUEL Amigas y amigos de Emisoras Latinas, en nuestra anterior

entrevista, Jesucristo afirmó que el infierno ni existe ni existió

nunca. Hemos recibido cientos de llamadas y correos

electrónicos. Nuestra web registra miles de visitas. Mucha gente

está atónita con estas declaraciones. Por ejemplo, tengo aquí el

mensaje de una amiga radioescucha. Ella pregunta: si no existe el

infierno, ¿dónde vive el diablo? Usted, Jesucristo, ¿qué le

responde?

JESÚS Yo pienso que la respuesta cae por su peso, como los higos

maduros. En ninguna parte.

RAQUEL ¿Cómo que en ninguna parte?

JESÚS El infierno no existe y el diablo tampoco.

RAQUEL Un momento, un momento... Imagino que están llamando

nuestros oyentes más estupefactos aún... Voy a apagar mis

celulares. Veamos... Usted dice que el diablo tampoco existe...

pero usted habló muchas veces de él.

JESÚS Sí, es cierto.

RAQUEL Entonces, ¿usted cree en el diablo?

JESÚS Creía.

RAQUEL ¿Cómo que creía? ¿Puede explicarse mejor?

JESÚS Como todos mis paisanos, yo creía en el Diablo. Eso nos habían

enseñado. También creíamos que la tierra era plana y que el Sol

daba vueltas alrededor de ella. ¡Y mira qué equivocados

estábamos!

RAQUEL Pero usted mismo fue tentado por el Diablo en el desierto, ¡y

hasta habló con él! ¿O ya no se acuerda? “Di que estas piedras

se conviertan en pan”. Y usted le respondió. Y luego, el Diablo lo

llevó al pináculo del templo para que se tirara de allá arriba y los

ángeles lo salvaran...

JESÚS El pináculo es ése que se ve allí... Fíjate...

RAQUEL ¿Aquél?

JESÚS Sí... ¿Ves?

RAQUEL Nuestra unidad móvil continúa en el Valle de la Gehenna y,

efectivamente, desde acá podemos ver el pináculo, la punta más

alta de las antiguas murallas de Jerusalén, a donde el Diablo llevó

a Jesucristo para que se arrojara desde allí...

JESÚS En realidad, yo nunca subí ahí, Raquel. ¿No lo habrá inventado

algún evangelista? ¿No será otra de esas comparaciones?

RAQUEL ¿Usted nunca subió al pináculo del Templo?

JESÚS No. Además, tengo vértigo, me hubiera caído...

RAQUEL Volvamos con el diablo. Usted dice que no existe, pero en la

Biblia aparece por todas partes. Lo llaman Satanás, Lucifer,

Belcebú, el Ángel Caído, el Adversario, la Serpiente Antigua, el

Maligno, el Príncipe de las Tinieblas...

JESÚS En la Biblia y seguramente en otros libros antiguos... Yo pienso

que casi todos los pueblos han creído en un espíritu del mal, un

tentador... ¿Y sabes por qué?

RAQUEL Porque habrán sentido su maligna presencia de alguna forma...

JESÚS No, porque así le podemos echar la culpa a él de lo que

hacemos nosotros. Decimos: el diablo me tentó y no pude resistir,

el diablo se me metió en el cuerpo... El diablo eres tú cuando

haces una diablura. Yo pienso que cada quien debe hacerse

cargo de sus obras.

RAQUEL Tenemos una llamada... ¿Aló?

HOMBRE ¡Ese tipo que está hablando en su emisora es un charlatán, un

impostor!... ¡Un poseso, está poseído por el demonio!

RAQUEL ¿Alguna reacción a esta llamada, Jesucristo?

JESÚS No, ninguna... Eso ya me lo decían en mi tiempo... que estaba

endemoniado... Déjalo...

RAQUEL Las llamadas continúan... ¿Podremos seguir conversando sobre

este tema tan polémico?

JESÚS Claro que sí, pero en otro lugar, Raquel. En este valle hace tanto

calor... puff... que voy a acabar creyendo de nuevo en el

infierno...

RAQUEL Pues busquemos una sombra lejos de aquí. Dejando atrás el valle

de la Gehenna, en Jerusalén, Raquel Pérez, Emisoras Latinas.

CONTROL CARACTERÍSTICA MUSICAL

LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su

segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José

Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.

MÁS DATOS SOBRE ESTE POLÉMICO TEMA...

Tentado por el diablo

En tres de los cuatro evangelios (Mateo 4,1-11; Marcos 1,12-13; Lucas 4,1-13)

aparece el relato de Jesús pasando 40 días en el desierto, donde es tentado

por el diablo. Se trata de un relato totalmente simbólico.

El pueblo de Israel creía que el desierto era un terreno maldito por Dios ―por

eso sus tierras eran estériles―, donde sólo podían vivir animales salvajes y

demonios. Era también un lugar peligroso, donde el ser humano era puesto a

prueba y podía sucumbir a la tentación. Durante 40 años el pueblo había

peregrinado por el desierto, superando prueba tras prueba hasta llegar a la

Tierra Prometida. Este es el marco simbólico donde entender el relato de los

evangelios. La cultura religiosa y el estilo literario del tiempo en que se

escribieron obligaba a emplear en el relato a un Tentador personificando la

tentación. Las pruebas a las que someterá a Jesús son también simbólicas.

Las tres aparecen ya en la narración del peregrinaje del pueblo hebreo por el

desierto (Deuteronomio 8,3; 6,16; 6,13). El pueblo cayó en la tentación de la

desconfianza, de la acumulación y de la arrogancia. Jesús se mantuvo fiel. Los

evangelistas querían expresar en este contraste que en la historia personal de

Jesús se rescataba la historia colectiva de su pueblo.

“El Diablo existe”

La Biblia está llena de alusiones al Diablo y a la variedad de títulos con que se

le nombra. Como todos sus contemporáneos, Jesús habló del diablo y creyó en

su existencia. Pero esa creencia no fue ni mucho menos el centro de su

mensaje, apenas resultaba un “elemento de contraste” para la buena noticia

que predicaba y que es lo esencial de su mensaje: la existencia de un Dios

bueno en el que se puede tener una confianza ilimitada, y la superación del

miedo como camino de “salvación”.

Todos los pueblos han creído y siguen creyendo en la existencia del Diablo y,

en muchos casos, creen también en un séquito de diablos a su servicio. En el

cristianismo, la existencia del Diablo fue establecida en el cuarto Concilio de

Letrán (1215). Es una creencia que la iglesia católica y las iglesias protestantes

mantienen hasta el día de hoy. En 1974 el Papa Pablo VI afirmó: El demonio

existe, pero no sólo como símbolo del mal, sino como realidad física. Al año

siguiente, y ante crecientes corrientes teológicas que “ponían en su lugar”

simbólico esta creencia ancestral, el Papa Pablo VI afirmó: Se sale del cuadro

de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien se niega a reconocer su

existencia; o quien la explica como una pseudorealidad, una personificación

conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias.

Otra teología: el Diablo es un mito

Son numerosos los teólogos católicos y protestantes que han cuestionado la

existencia del Diablo con una sólida argumentación. Entre ellos destaca el

sacerdote católico y profesor universitario alemán Herbert Hagg, especialista

en Antiguo Testamento. Apasionado por “construir puentes entre el mensaje

bíblico y la gente de hoy”, escribió un libro fundamental sobre este tema, “El

Diablo. Su existencia como problema” (Editorial Herder, 1978), donde reduce a

mito el relato del “ángel caído” y promueve una visión teológica donde la culpa

y el miedo son vistos desde otra perspectiva más constructiva y

transformadora. Haag también documenta en su libro los horrendos frutos

históricos que la “fe en el diablo” ha dejado a lo largo de la historia de la

Humanidad, y especialmente a lo largo de la historia del cristianismo.

Jóvenes satánicos

Actualmente se habla con frecuencia de grupos juveniles “dañinos” por ser

“satánicos”. Pandilleros que se tatúan con imágenes “diabólicas”, grafittis que

aparecen en las paredes con referencias al Diablo, y grupos musicales que

producen música “satánica”. Un ejemplo de esta música lo encontramos en una

de las canciones del grupo de reggaeton y hip hop de Puerto Rico “Calle 13”,

que lanzó su primer disco en 2005 y que alcanzó una inmediata popularidad

entre la juventud latinoamericana.

El estribillo de esta melodía que llaman “tango” dice: Todos los groseros / a

bailar encima de lava volcánica / súbele el volumen a la música satánica /

vamos a quemarnos en el fuego con el diablo / residente el máximo exponente

del pecado... Y concluye: Siento un dolor / muy dentro de mi corazón / si

amarte es un pecado / yo me quedo pues en el infierno / junto a vos / Mi pobre

hija / se van a quemar juntos en el infierno.

Grupos religiosos que aun hoy siguen sembrando el miedo al infierno como

mecanismo de control de las conciencias y siguen presentando al Diablo como

un ser real, temible y peligroso, repudian esta música, alertan contra ella y la

consideran una prueba evidente del poder diabólico en nuestro mundo y en

nuestro tiempo. Quien siembra miedo, recoge miedo. Pero en ocasiones, quien

siembra miedo recoge resistencia. Tras estas expresiones culturales juveniles

aparecen, aun inconscientemente, señales de rebeldía y de firme rechazo a

estas ideas no por antiguas y arraigadas menos absurdas y anticristianas.


[Leer licencia]
Este material se publica bajo los términos de la licencia:
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Usted es libre de:

Compartir — copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato.

Adaptar — remezclar, transformar y construir a partir del material.

Bajo los siguientes términos:

Atribución — Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios.

No Comercial — Usted no puede hacer uso del material con propósitos comerciales.

Compartir Igual — Si remezcla, transforma o crea a partir del material, debe distribuir su contribución bajo la la misma licencia.


 
ESTE CONTENIDO NO TIENE COMENTARIOS