Narrador Jesús con sus discípulos y discípulas siguen caminando por las tierras del altiplano. Ven las siembras de los campesinos, en los pequeños valles, en las laderas de los cerros y hasta en los barrancos, por la escasez de tierras dejadas a los campesinos pobres. Ven milpas que van creciendo para producir el maíz, que, según el Popol Vuh, utilizaron los Formadores para hacer a los primeros hombres. Por eso somos hombres de maíz. Entre la milpa ven sembrado también frijol y ayote o chilacayote, porque eso regenera la tierra y la hace rica en sustento, tanto para la milpa, como para el frijol y el ayote. Y la tierra conserva su riqueza sin necesidad de abonos químicos. Jesús, como buen maestro, no desaprovecha la ocasión de dar enseñanzas a sus discípulos y discípulas:
Jesús Yo soy esa planta de ayote y mi Padre es el labrador.
Pedro ¿Es un chiste, Jesús?
Jesús No. Es en serio. Yo soy la planta de ayote y ustedes son las ramas.
Juan En ese caso, Pedro es el ayote.
Pedro ¿Por qué ayote?
Juan Porque tenés cabeza de ayote.
Pedro Todavía te acordás de mi abuelita que me decía a-yo-te-parecés.
Todos RÍEN
Narrador Se sientan en un cerrito desde donde contemplan gran parte del valle. Jesús prosigue:
Jesús Una rama no puede producir fruto por sí misma, si no permanece unida a la planta; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí.
Magdalena Eso sí es cierto. Porque yo veo que hay algunos que se dicen cristianos, pero están muy lejos de ti. Y no producen frutos.
Pedro Se vuelven sectas.
Jesús Secta quiere decir cortada, separada, sola, aislada Toda rama que no da fruto en mí la cortan.
Juan Ah, por eso nosotros permanecemos en la Iglesia Católica.
Jesús Pero no basta que se llamen católicos o evangélicos. Sólo el nombre no los hace estar unidos a mí.
Pedro Hay muchos grupos que se vuelven sectas, porque quieren andar solos en sus asuntos. Aunque se digan cristianos.
Jesús Al que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a las ramas, que las amontonan, las echan al fuego y las queman.
Magdalena Permanecer en ti es mantenernos fieles a tu palabra, a tu enseñanza.
Juan Y tu enseñanza no es doctrina, ni cumplimiento de actos de culto.
Magdalena Tu enseñanza es un proyecto de vida.
Jesús Ahora sí van entendiendo. Toda mi vida he tratado de enseñarles el Reino de mi Padre.
Pedro Reino de amor, de justicia, de paz ya me lo sé de memoria.
Jesús Qué bueno que lo sepas, Pedro, pero no solo en la cabeza y con la boca, sino con el corazón.
Pedro Bueno, a veces meto las patas
Juan (RIENDO) A veces todos los días
Pedro Pero todos los días las saco y voy aprendiendo.
Jesús A veces se van secando las hojas de la planta, y esas se quitan y se echan fuera, porque ya no dan fruto, pero son abono. Y toda rama que da fruto, el labrador la limpia para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes.
Juan Si a Pedro le van quitando las hojas secas, ya debería estar pelón.
Jesús Cállate, Juan, no te rías de nadie, porque todos y todas tienen hojas secas y mucha basura. Pero mi Padre saca cosas buenas, hasta de lo peor. Toda la basura que van sacando, la convierte en abono. Los defectos, y hasta los pecados, deben servirles para ser humildes y para moverles a la conversión.
Pedro Ahí está. Verdad que hasta la Magdalena es pecadora.
Magdalena Claro que soy pecadora. La diferencia es que yo acepto que soy pecadora y estoy cambiando.
Pedro Uf, ya se ve que sós de las bravas.
Jesús Pero no le achaquen a Magdalena tantos pecados. Parece que algunos biblistas le echaron encima los pecados de todas las Marías y las pecadoras que aparecen en el Evangelio.
Pedro Yo no soy biblista.
Juan Sólo sós simplista.
Jesús De todos modos, no olviden que a quien mucho ha pecado, mucho se le perdona. Y más se le perdona a quien tiene mucho amor.
Narrador Se acurrucan junto a Jesús, sintiendo su amor y el amor del Padre. Juan se siente el discípulo amado, Magdalena la discípula amada, Pedro en realidad cada quien se siente el más amado, la más amada por Jesús. Es que el corazón de Dios es tan grande, que todos y todas cabemos en él, en plenitud.
Jesús Lo importante es que produzcan frutos, frutos del Reino. Y eso solo pueden lograrlo, si permanecen unidos, en comunidad.
Magdalena Las ramas dan frutos porque reciben la savia de la planta.
Jesús La savia es el Espíritu que les he dado. El es la fuerza, la luz, la vida de las comunidades.
Juan ¿Oyeron? Tenemos el Espíritu de Jesús, el Espíritu del Padre.
Pedro Por eso podemos dar mucho fruto.
Jesús La planta no se come sus frutos. Son para los demás. Así ustedes no den frutos para adentro, para sus grupos, ni siquiera para la Iglesia. Den frutos para el mundo, para cambiar el mundo, para construir otro mundo posible. Pedro ¿Cómo decías que es el Reino?
Pedro Reino de justicia, de amor y de paz.
Jesús Así tienen que hacer el mundo: mundo de justicia, de amor y de paz. En eso conocerán que son mis discípulos y discípulas.
Pedro Ay, pero nosotros somos pocos, somos pobres, y hasta ignorantes
Jesús Pero tienen el Espíritu Santo, toda la fuerza de Dios. Sólo falta que le pongan ganas, que usen toda su inteligencia y voluntad.
Magdalena Solas no podemos hacer nada, pero contigo mayoría aplastante.
Jesús Quien permanece en mí y yo en él, da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada.
Magdalena Permanecemos en ti cuando somos fieles al Reino, cuando perseveramos, a pesar de los problemas.
Juan A pesar de nuestros pecados.
Pedro A pesar de las persecuciones.
Jesús Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán.
Magdalena Lo único que pedimos es vida abundante para todo el pueblo y alegría para vivirla en plenitud.
Jesús Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces son mis discípulos y discípulas, a quienes tanto quiero.