estarán extrañados de que nuestra radio tenga la exclusiva con
Jesucristo en ésta su segunda venida a la tierra. Por qué sólo me
concede entrevistas a mí, se preguntarán. ¿Qué dice al respecto,
Maestro, digo, Jesús? ¿No quiere dar declaraciones a la prensa?
JESÚS Lo que pasa, Raquel, es que los otros periodistas, igual que los
saduceos de mi tiempo, me estarán buscando en el Templo, o
sobre las nubes del cielo o piden señales maravillosas... Lo de
siempre.
RAQUEL Me dicen que en la explanada de Jerusalén todavía hay gente
que lo está esperando. Y que preguntan si va a llegar, y si cuando
llegue va a entrevistarse con el Papa de Roma, con el Presidente
de Estados Unidos, con el Parlamento Europeo, con... con...
JESÚS Contigo, Raquel. ¿No me estás entrevistando tú?
RAQUEL Pues aprovecho la nueva oportunidad que me brinda y... ¿Ve
aquel burro?... Exxactamente sobre eso quería preguntarle.
JESÚS ¿Sobre ese burrito?
RAQUEL Sobre ése en particular, no. Sobre el otro en que escaparon sus
padres, María y José, con usted recién nacido.
JESÚS ¿Escaparon mis padres? ¿A dónde escaparon?
RAQUEL Usted debe saberlo. ¿No recuerda cuando el rey Herodes ordenó
matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén?
JESÚS Herodes, aquel verdugo, mataba gente grande, no niños.
Torturaba, degollaba... pero a los que conspiraban contra él.
RAQUEL Pero cuando usted nació, Herodes se asustó muchísimo
pensando que usted le iba a quitar la corona.
JESÚS ¿Qué corona le iba a quitar yo si todavía estaba mamando?
RAQUEL Bueno, eso es lo que cuenta el evangelio de Mateo. Aquí está, lo
puede leer usted mismo.
JESÚS ¡Otra vez Mateo!... Eso lo habrá escrito Mateo para darle más
emoción a la historia...
RAQUEL ¿Más emoción? ¿Por qué, para qué?
JESÚS Como en los cuentos. Mis padres huyendo a Egipto montados en
un burro para salvarme...
RAQUEL Pero, si fue un cuento, ¿por qué los hizo viajar tan lejos? Los
podía haber escondido en algún rincón de Judea...
JESÚS Ahí está el detalle. Seguramente, Mateo había leído la historia de
aquel faraón egipcio malvado que mataba a los niños hebreos... y
Moisés recién nacido que se salvó en una canastilla flotando
sobre el río...
RAQUEL Eso es lo que cuenta la película El Príncipe de Egipto. Yo la vi.
JESÚS Eso es lo que cuenta el Éxodo, Raquel. A mí no podían ponerme
a flotar en ningún río porque aquí en Palestina no hay mucha
agua... Entonces, ya veo que me montaron con mis padres sobre
un burro huyendo a Egipto... Y a la muerte de Herodes, otra
historia. Me hicieron regresar de Egipto para presentarme como el
nuevo Moisés, el gran libertador.
RAQUEL Una fea manipulación...
JESÚS No, una bonita comparación. ¿Por qué no?
RAQUEL Entonces, si entendí bien, usted nunca viajó por Egipto ni
conoció las pirámides...
JESÚS No, nunca vi esas maravillas. Y hablando de viajes, a donde
quiero ir es a Nazaret. Tengo mucha curiosidad por ver cómo está
ahora mi pueblo donde nací y me crié. ¿Tal vez podemos viajar
en este burrito...?
RAQUEL No, en burro, no. ¿Cómo se le ocurre? Podemos tomar otro taxi
como el que nos trajo acá a Belén. En unas horas estamos en
Nazaret. ¿Le parece?
JESÚS Sí, Raquel, aquí tú mandas.
RAQUEL No, en Emisoras Latinas mandan ustedes, el público. Un público
que está ansioso por saber más. En Nazaret, estoy segura, nos
esperan nuevas revelaciones. Continúen en nuestra sintonía. Y si
han perdido las anteriores emisiones, las encuentran en Internet,
www.emisoraslatinas.net
CONTROL CARACTERÍSTICA MUSICAL
LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su
segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José
Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.
MÁS DATOS SOBRE ESTE POLÉMICO TEMA...
Tres relatos que no son historia
Cuando Jesús nació, aunque la influencia romana se dejaba sentir cada vez
con más fuerza en Palestina, aún gobernaba en el país el rey Herodes el
Grande, que gobernó durante 40 años con fama de criminal. En el evangelio de
Mateo se hace responsable a Herodes de una matanza de niños en Belén, tras
la llegada de unos magos orientales a Jerusalén y de la huida a Egipto de José,
María y Jesús.
Estos tres relatos no responden a hechos históricos. Son esquemas de
catequesis orientados a presentar a Jesús como el nuevo Moisés ante las
comunidades cristianas. Los textos buscan un paralelismo entre Moisés y
Jesús: cuando Moisés nació en Egipto, el Faraón decretó la muerte de todos
los niños israelitas varones (Éxodo 1,15-22). Ya mayor, Moisés tuvo que huir al
sur de Egipto para desde allí regresar a liberar a sus hermanos (Éxodo 2,11-
15).
La Biblia debe ser leída teniendo en cuenta que contiene muchos símbolos,
mitos, leyendas y tradiciones del pueblo hebreo, y ubicando todos sus textos,
también los del Nuevo Testamento, en el tiempo y en los contextos culturales
en los que fueron escritos.
El Éxodo: una metáfora
El relato central del Antiguo Testamento que está en el centro de la fe y de la
identidad del pueblo judío —la liberación del pueblo hebreo de manos del
Faraón, su éxodo, su marcha por el desierto y su llegada a la Tierra Prometida,
bajo la conducción y el liderazgo de Moisés— es también una metáfora con
una base histórica cada día más dudosa. El arqueólogo judío Israel Finkelstein,
director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv es quien lo
ha demostrado más sólidamente en su libro “La Bible devoilée” (Editions
Bayard, 2002).
Investigaciones revolucionarias
Finkelstein ha realizado investigaciones que han revolucionado la arqueología
bíblica. Según Finkelstein, los cinco primeros libros de la Biblia, el Pentateuco
(Génesis, Éxodo, Deuteronomio, Números y Levítico) son una genial
reconstrucción literaria y política de la génesis del pueblo judío, realizada 1500
años después de lo que siempre creímos. Estos textos se compilaron durante
la monarquía de Josías, rey de Judá, siete siglos antes de Jesús, en un
momento en que Judá, el reino israelita del Sur, comenzaba a surgir como una
potencia regional e Israel, el reino israelita del Norte, estaba bajo control de
Asiria. El principal objetivo de estos textos fue fundar una nación unificada
cimentada en una nueva religión: un solo Dios (Yahveh), un solo rey, una sola
capital (Jerusalén) y un solo templo, el de Salomón.
Las investigaciones de Finkelstein demuestran que ni Abraham ni Moisés son
personajes históricos, que el pueblo hebreo no salió de Egipto ni cruzó el Mar
Rojo ni peregrinó por ningún desierto ni conquistó la tierra de Canaan, porque
desde hacía miles de años ya estaba allí, viviendo del pastoreo o de la
agricultura.
Cómo “nació” el Éxodo
Describe así Finkelstein la elaboración del Éxodo y del resto de libros del
Pentateuco:
Hacia fines del siglo VII antes de Cristo hubo en Judá un fermento espiritual sin
precedente y una intensa agitación política. Una coalición de funcionarios de la
corte fue responsable de la confección de una saga épica compuesta por una
colección de relatos históricos, recuerdos, leyendas, cuentos populares,
anécdotas, predicciones y poemas antiguos. Esa obra maestra de la literatura
—mitad composición original, mitad adaptación de versiones anteriores— pasó
por ajustes y mejoras antes de servir de fundamento espiritual a los
descendientes del pueblo de Judá y a innumerables comunidades en todo el
mundo. El objetivo fue religioso. Los dirigentes de Jerusalén lanzaron un
anatema contra la más mínima expresión de veneración de deidades
extranjeras, acusadas de ser el origen de los infortunios que padecía el pueblo
judío. Pusieron en marcha una campaña de purificación religiosa, ordenando la
destrucción de los santuarios locales. A partir de ese momento, el templo que
dominaba Jerusalén debía ser reconocido como único sitio de culto legítimo
por el conjunto del pueblo de Israel. El monoteísmo moderno nació de esa
innovación.
Entrevista con Israel Finkelstein en “Periodista Digital” de 31 enero 2007:
http://www.periodistadigital.com/religion/object.php?o=284614