En la tarde de hoy se realizó una marcha en pedido de justicia y aparición con vida de Rosalía Lucía Quiroga, quien se encuentra desaparecida desde el mes de mayo luego de haber salido en búsqueda de ayuda. Rosalía vivía con su pareja, Elias Aleman en el Barrio San José, uno de los barrios marginales de la Ciudad de Palpalá, trabajaba en un puesto de la feria y hacía 5 años que había venido de la ciudad de Caimancito. En esos 5 años hizo un centenar de denuncias por maltratos en la Comisaría 47 del Barrio Paso de Jama, pero la Policía no hizo nada, los vecinos cuentan que tras los golpes Aleman la encerraba en un primer piso de la casa, donde permanecía agonizando por días. Cuando ya no pudo más y decidió huir para pedir ayuda por la tenencia de sus dos hijos, desapareció como si nada. Nelida Silva, madre de Rosalía, relata que la desaparición de su hija fue de un día para el otro, que su familia sabía de los golpes pero que no pudo ayudarla, que si bien tenía un constante contacto telefónico con ella, desde mayo dejó de saber de ella, hizo las denuncias tanto en la comisaría de Caimancito como en la misma comisaría donde su hija había denunciado a su atacante en Palpalá y que tras la denuncia sólo hubo un allanamiento sin resultados y que la causa se paralizó, sin ningún dato sobre Rosalía, mientras Aleman se encuentra en libertad impunemente e impidiendo que la familia de Rosalía pueda ver a sus hijos. Los vecinos fueron testigos de la violencia a la que fue sometida Rosalía, intentaron ayudarla pero la Policía no hizo nada, tras su desaparición, sus hijos de 2 y 4 años de edad quedaron a cargo de su abuelos paternos y ellos quisieron aparentar como si nada había sucedido, incluso dijeron que Rosalía se había ido por cuenta propia. Por otra parte, notaron que en la casa de Aleman hay movimientos extraños, van y vienen autos nuevos, que se hicieron importantes remodelaciones. La marcha fue convocada por familiares y vecinos de Rosalía, familiares de víctimas de impunidad, grupos de Derechos Humanos, organizaciones sociales, partidos de izquierda, artistas, grupos de género1. Desde una de las plazas principales de Palpalá se avanzó en dirección a la comisaría 47, pero antes se desvió hacía la casa de un acusado de violación, donde los familiares manifestaron su bronca en un escrache público. Luego del mismo se marchó hacia la comisaría en la que nuevamente se manifestó la bronca en otro escrache, pues resulta que en la misma se tomaron las denuncias de los casos de violación y maltrato, sin ningún tipo de respuesta. Tras las palabras de Nelida ante una decena de policías, fue atendida por el comisario segundo, quien se excusó y sostuvo que las puertas siempre estuvieron abiertas y que apenas tuvieran un dato sobre Rosalía lo comunicarían. Luego de un pequeño acto con cantos y reclamos, la marcha avanzó a dos cuadras de la comisaria a la casa de la madre de Aleman, donde en se realizó un tercer escrache, allí la hermana y la madre del acusado se dirigió a los manifestantes con insultos y provocaciones. Fueron 15 minutos de tensión que no llegaron a mayores por la contención de las mismas manifestantes, que avanzaron para continuar la marcha. La marcha siguió por dos de las calles principales de la ciudad hasta la feria donde trabajaba Rosalía, donde Nelida se dirigió a los feriantes en pedido de solidaridad y datos sobre su hija, luego agredeció a las organizaciones y vecinos que la acompañaron. En los diferentes barrios de Palpalá que atravesó esta marcha es posible trazar un mapa de casos de femicidios y violaciones impunes, algunos de los cuales fueron visibilizados en los últimos 6 años, pero según muchas de las manifestantes y vecinas esta es una de las pocas, por no decir la única, marchas que se realizan en la ciudad por un caso de femicidio. Y en la comisaría 47, como en el resto de las comisarías de la ciudad, abundan denuncias que quedan en el aire bajo la mirada cómplice de un cuerpo policial que se excusa de no tener recursos para atender las denuncias, mientras las mujeres continúan falleciendo y desapareciendo de sus hogares dejando a familias devastadas, sin respuestas ni justicia por sus hijas, y a muchas mujeres violentadas corriendo el mismo riesgo. Colectivo Radio Pueblo