Jesucristo con el mismo Jesucristo. No son pocos los oyentes que
han llamado a Emisoras Latinas muy preocupados, hasta
escandalizados.
JESÚS ¿Escandalizados por qué esta vez, Raquel?
RAQUEL Porque, en las últimas entrevistas usted ha estado hablando de
política. Y según ellos, usted debería centrarse en las cosas de
Dios, especialmente en estos días de Semana Santa.
JESÚS ¿Y cuáles son las cosas de Dios?
RAQUEL Bueno, me imagino que se referirán a las oraciones, los
sacramentos, el culto... en una palabra, las cosas sagradas.
JESÚS Yo creo que lo más sagrado es la vida, Raquel. Dios no puede
taparse los ojos viendo a sus hijos hambrientos. Yo tampoco
podía estar tranquilo viendo los atropellos que se cometían en mi
país.
RAQUEL Eso es meterse en política. Y por meterse, se habrá ganado
bastante enemigos.
JESÚS Muchos. Los grandes me odiaban. Los de abajo, los humillados,
las mujeres, entendían.
RAQUEL ¿Entendían qué?
JESÚS Que el Reino de Dios había llegado. Por eso, se sumaban cada
día más a nuestro movimiento.
RAQUEL Volvamos a los enemigos. ¿Un hombre de paz como usted con
tantos enemigos?
JESÚS Raquel, quien lucha por la justicia siempre tendrá enemigos.
Quien no los tiene es porque no hace nada.
RAQUEL Pero usted dijo: amen a sus enemigos.
JESÚS Sí, yo dije que los amáramos, no que no los tuviéramos.
RAQUEL ¿Esa famosa frase suya de amar a los enemigos es auténtica o
también se la suavizaron?
JESÚS No, yo la dije. Y no es ninguna palabra suave.
RAQUEL ¿Qué quiso decir con ella?
JESÚS Amar a los enemigos es no caer en la trampa del odio, no imitar
su violencia. Quien lucha contra Leviatán puede acabar
pareciéndose a ese monstruo.
RAQUEL Usted recomendó incluso poner la otra mejilla. ¿Debilidad,
cobardía?
JESÚS Astucia. Hay que tener de paloma y de serpiente. Hay tiempo para
todo, para tirar piedras y para recogerlas. A los mercaderes del
Templo, yo no les puse ninguna mejilla. Los saqué a latigazos.
RAQUEL Insisto. ¿Cómo usted, en una situación tan crítica como la que
vivía su país, y con esas ideas, no terminó optando por la vía
armada?
JESÚS Los zelotes trataron de convencerme, querían apresurar la llegada
del Reino con las armas... Pero la violencia engendra violencia.
Cada revuelta de los zelotes terminaba en un nuevo baño de
sangre.
RAQUEL La historia le dio la razón a usted. Eso fue lo que sucedió poco
después de su muerte, en el año 70, cuando los zelotes se
alzaron y el emperador Tito arrasó Jerusalén.
JESÚS Yo pensé que el Reino de Dios tenía que ir por otro camino. Como
te dije, Raquel, lo primero era abrirle los ojos a la gente. En
nuestro movimiento quisimos reunirnos los pobres, sentirnos
fuertes, sentir que podíamos.
RAQUEL ¿Organizarse? ¿Organización popular?
JESÚS Sí, eso, la comunidad. Crecer desde abajo, como los árboles. Un
pueblo sin amos ni señores. Un mundo nuevo. Otro mundo.
RAQUEL ¿Tenía en mente un proyecto a más largo plazo?
JESÚS Yo tenía prisa. Yo quería el Reino de Dios ya... Y no llegó.
RAQUEL Muchos murieron, igual que usted, luchando por algo que nunca
llegó. ¿Se considera un fracasado?
JESÚS No. A quienes cayeron luchando por la justicia, Dios los levantará
de entre los muertos. En el Libro de la Vida están escritos todos
sus nombres. El mío también.
RAQUEL Desde Jerusalén y para Emisoras Latinas, reportó Raquel Pérez.
CONTROL CARACTERÍSTICA MUSICAL
LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su
segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José
Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.
MÁS DATOS SOBRE ESTE POLÉMICO TEMA...
Un proyecto con enemigos
Es imposible luchar por la justicia, denunciar a los injustos, buscar la equidad
―todo esto es esencial en el proyecto de Jesús― sin tener enemigos. El
proyecto de Jesús es un proyecto de paz y de amor, pero en la concreta, si la
justicia es la base de la paz, luchar por la paz provocará resistencias y
rechazos entre quienes no viven justamente.
La historia demuestra la complejidad de llevar adelante el proyecto de Jesús,
sus riesgos, el alto precio que hay que pagar a veces por hacerlo realidad. Hay
que tomar muy en serio uno de los cargos que se le imputaron a Jesús en el
proceso judicial que precedió a su condena de muerte: Siembra discordia entre
las familias y solivianta al pueblo desde Galilea hasta Jerusalén. (Lucas 23,5).
Es decir, se ganó enemigos, provocó enemistades, creó conflictos, atentó
contra el orden establecido.
La no violencia
Muchas de las actitudes de Jesús, muchos de sus mensajes, encajan en lo que
modernamente conocemos como la ideología de la no violencia activa: una
propuesta para enfrentar sin violencia, pero enfrentándolos realmente, los
complejos conflictos de nuestro mundo y de nuestro entorno para lograr una
transformación social. Esta ideología rechaza que la violencia sea intrínseca a
los seres humanos y apuesta a la capacidad humana de cooperar. Y se dedica
a invertir esfuerzos en educar a las personas para desarrollar hábitos de
diálogo, de negociación, de cooperación.
La actitud no violenta no es pasividad ni resignación, es una permanente
actitud de reflexión que lleva a la acción para enfrentarse a los desequilibrios
de poder que generan conflicto con otros métodos, confiando en que así los
resultados serán más eficaces y duraderos.
Desde la ideología de la no violencia se construye “otra” percepción del
enemigo. Se aprende a distinguir entre la persona y el personaje que
representa esa persona en el conflicto. Amar al enemigo es respetar su
dignidad, sin dejar de combatir sus ideas y sus actuaciones. Amar al enemigo
es reconocer sus derechos como persona, pero transgredir sus normas. Amar
al enemigo es no usar sus mismos métodos, sino otros, que le permitan dejar
de ser enemigo, cambiar, transformarse.
Entre los métodos no violentos están: la desobediencia civil, las huelgas, las
huelgas de hambre, los boicots, las manifestaciones públicas, las marchas, las
denuncias organizadas, las mil y una formas de no colaboración con quienes
abusan del poder y se hacen enemigos de la justicia y la equidad. Uno de los
métodos no violentos es la astucia de “poner la otra mejilla”, esperando el
momento más oportuno para actuar. Entre las grandes figuras contemporáneas
más emblemáticas de la práctica y la reflexión sobre la no violencia están
Mahatma Gandhi en la India y Martin Luther King en Estados Unidos.
El monstruo Leviatán
El temor de los humanos a los monstruos marinos es una constante universal.
Incluso, el profundo desconocimiento que aún tenemos de los abismos de los
océanos da “racionalidad” a estos temores ancestrales. En la cultura de Jesús,
el monstruo marino más temible y poderoso, el más famoso, era Leviatán, una
serpiente marina, que aparece en varios libros de la Biblia y después, en
muchos comentarios del Talmud judío. La mejor descripción de Leviatán está
en el libro de Job (40,25-32 y 41,1-26).
Profeta de otro Reino, de otro Mundo
El erudito judío Ellis Rivkin insiste en que hay que desplazar la pregunta
“¿quién mató a Jesús?” hacia la pregunta “¿qué lo mató?”. Argumenta que
Jesús no fue crucificado por sus creencias y enseñanzas religiosas, sino por
las potenciales consecuencias políticas de sus enseñanzas. No fue el pueblo
judío quien crucificó a Jesús ni fue el pueblo romano. Fue el sistema imperial,
un sistema que victimizaba a los judíos, victimizaba a los romanos y
victimizaba al Espíritu de Dios. Era un sistema que victimizaba a todos los
hombres que no tenían poder y, más aún a todas las mujeres. Jesus
proclamaba el Reino de Dios, la Basileia de Dios (Basileia significa “reino” en
griego). Esa misma palabra era la que se usaba para describir el Imperio
Romano: la Basileia de Roma.
La “consigna” permanente de Jesús, “el Reino de Dios”, tenía un contenido
religioso-político y también social. Decir que el Reino de Dios había llegado,
proclamar que el Reino de Dios estaba cerca era una forma de decir “Otro
mundo es posible”.