En este 2015, el Día Mundial de la Salud, ha sido dedicado a la inocuidad de los alimentos que consumimos, bajo el lema “alimentos seguros del campo a la mesa”. Para conversar sobre este tema, sus implicaciones para nuestra calidad de vida y las formas de garantizar la calidad de nuestra alimentación, nos acompaña Gina Watson, Representante en Colombia de la – OPS/OMS. La inocuidad de los alimentos puede definirse como el conjunto de condiciones y medidas necesarias durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de alimentos para asegurar que una vez ingeridos, no representen un riesgo para la salud. Acerca de las políticas públicas que está promoviendo el Estado colombiano frente a la calidad de los alimentos que consumimos nos habla Fernando Ruíz, Viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios del Ministerio de salud y Protección Social. Creada en 1970, la Corporación de Abastos de Bogotá se ha convertido en la principal abastecedora de alimentos para una ciudad de cerca de 8 millones de habitantes. A esta central llegan diariamente cerca de 12 mil toneladas de productos de diferentes lugares del país, y de allí se redistribuyen para toda la ciudad y para otros departamentos. Luis Hernando Ríos, Responsable de Comunicaciones en Corabastos, explica cómo es el manejo que esta entidad le da a los alimentos. Uno de los productos que se comercializan en esta gran plaza de mercados es el pescado y una condición fundamental para evitar que este alimento se deteriore es mantener la cadena de frio, como nos lo explica Jesús Bayona, Ingeniero de Alimentos de la empresa Friopesmar. Se estima que tres millones de personas en los países desarrollados y en desarrollo mueren cada año a consecuencia de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua, y que muchos millones más caen enfermos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, busca promover la inocuidad de los alimentos y evitar enfermedades de origen alimentario, resguardando a los consumidores y promoviendo prácticas justas en el comercio de alimentos mediante la adopción de las normativas del Codex Alimentarius. Marisa Caipo, Oficial de Inocuidad de la Oficina Regional de la FAO, nos explica en qué consiste esta estrategia.