señora que vende unas sandalias de buen cuero... Las mías ya
están gastadas de tanto ir y venir en estos días...
RAQUEL Deje eso para otro momento, Jesucristo... Acabamos de recibir
una airada protesta de un canal católico... Viene de un programa
titulado Leyendas Negras...
JESÚS ¿Leyendas negras?
RAQUEL Sí, es un término racista, pero...
JESÚS ¿Tiene algo que ver conmigo por ser moreno?
RAQUEL No, no, sino que... Mejor se lo explico luego.
JESÚS ¿Y qué dicen esos católicos?
RAQUEL Que todo lo que hemos difundido en los últimos programas... y en
los primeros también... es un infundio, una infamia, una calumnia
de los enemigos de la iglesia... ¿Ya estamos al aire?... ¿Sí, aló?
SEÑORA Pero, ¿cómo es posible que ese charlatán, que se hace pasar por
Jesucristo, siga hablando en su emisora?
RAQUEL Bueno, señora...
SEÑORA Y a usted, señorita periodista, ¿cuánto le estarán pagando, eh?
¿Y a los que escriben los programas?
RAQUEL Lo que pasa es que...
SEÑORA Unos resentidos contra la iglesia. Ya averiguamos quiénes son,
los mismos que escribieron la patraña de Un tal Jesús. ¡Pero
ténganlo por seguro, no se saldrán con la suya! (CUELGA)
RAQUEL Se nota que es muy “cristiana” la señora... Otra llamada... ¿Sí,
dígame?
SACERDOTE Le habla un sacerdote católico. Muchas de las cosas que
ustedes han dicho y denunciado las conocía y las comparto. Pero
me resultan... inoportunas. ¿Qué buscan ustedes sacando al aire
todo esto? ¿Qué buscan? ¿Ensuciar a la iglesia? ¿Están
aportando algo a la fe del pueblo? ¿Es eso una crítica
constructiva?
JESÚS
Dile que hay un tiempo para plantar y otro para arrancar.
SACERDOTE ¿Qué la iglesia es pecadora? Ya lo sabíamos. Pero también es
santa. “Casta meretrix”. ¿Que la iglesia ha cometido errores?... Sí,
claro, ¿qué institución no los comete? Pero los trapos sucios se
lavan en casa.
JESÚS
Dile que si son sucios, se lavan a la vista de todos. Lo que se
mantuvo en la oscuridad hay que decirlo a la luz del día. Porque
sólo la verdad nos hace libres.
SACERDOTE En fin, rezaré por ustedes. Que Dios los perdone. También a ese
Jesucristo.
JESÚS Así sea.
RAQUEL Tenemos otra llamada... pero ahora responda usted mismo,
porque ya tengo calientes las orejas...
ABUELA Buenos días. Yo quisiera hablar con Jesucristo...
JESÚS Pues con él está hablando...
ABUELA ¿Usted es Jesucristo?
JESÚS Y usted debe tener ya sus añitos, ¿verdad?
ABUELA 87 años, hijo. Y me duelen todos los huesos.
JESÚS Habla como mi abuela Ana, que en paz descansa.
ABUELA Yo no llamo para insultar, Jesucristo, sino para llorar.
JESÚS ¿Y por qué quiere llorar, abuela?
ABUELA Yo te he escuchado, muchacho y... y creo que tienes razón... Lo
que dices es la purita verdad... Pero no me has dado paz, sino
espada. Mi corazón está atravesado.
JESÚS Como el de mi madre, cuando fui al Jordán y comencé a
proclamar el Reino de Dios...
ABUELA Yo vivía tranquila con mi rosario y mis santos y mis velas... Y
ahora, oyéndote a ti, ya no sé ni qué pensar...
JESÚS Es que pensar duele.
ABUELA ¿Y mi fe, qué me queda ahora de mi fe después de saber estas
cosas?
JESÚS Te queda el amor, abuela. Y la esperanza. Dios no te fallará.
Tampoco me falló a mí. En verdad te digo que cuando descanses
estarás conmigo en el paraíso.
RAQUEL Hay que cortar la comunicación, Jesucristo. Adiós, abuela. Nos
andan buscando, Jesucristo. La policía israelí dice que usted es
un peligro para la seguridad nacional.
JESÚS Pues sacudamos las sandalias, Raquel. En Jerusalén matan a los
profetas. Te lo digo por experiencia. Mejor vamos a mi tierra, a
Galilea. Allá podemos seguir conversando en el poco tiempo que
me queda.
RAQUEL ¿Cómo? ¿Ya se va?
JESÚS Pronto, Raquel. Ya es tiempo.
RAQUEL Pues yo también me voy, pero del aire. Cambio y fuera. Raquel
Pérez, Emisoras Latinas, Jerusalén.
CONTROL CARACTERÍSTICA MUSICAL
LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su
segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José
Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.
MÁS DATOS SOBRE ESTE POLÉMICO TEMA...
Los autores de “Un tal Jesús”
Tiene razón la oyente que descubrió que quienes tenemos el dominio virtual de
Emisoras Latinas y la exclusiva de las entrevistas de Raquel Pérez con
Jesucristo en su segunda venida a la tierra somos los mismos que a partir de
1980 le dimos rostro y palabras a “Un tal Jesús”.
Si aquel esfuerzo teológico y pastoral ponía en pie, y en su escenario palestino,
al Jesús histórico, ahora quisimos traer al Jesús histórico a los micrófonos para
que hablara de lo que no habló en su tiempo y para que pusiera en cuestión
muchos de los dogmas que han puesto en pie, a cuenta del Cristo de la fe,
quienes dicen representarlo.
Con “Un tal Jesús” quisimos dar vida y calor a los esquemáticos, y a veces
fríos, relatos del Evangelio. Queríamos presentar a Jesús como un hombre
real, apasionado por la justicia, defensor de la dignidad humana, alegre, audaz
en sus ideas religiosas, visionario, con un proyecto contracultural. Quisimos
poner en escena la cristología de los grandes teólogos y teólogas de América
Latina en una narración, con colores, olores, sabores, dichos y dicharachos,
risas y llantos, perfiles sicológicos, drama y tragedia, recordando aquello que
nos enseña el gran teólogo protestante, Joachim Jeremías, que no hay mejor
teología que la narración. Quisimos aportar la plástica, construir las imágenes
de la Teología de la Liberación, liberando a Jesús de siglos de solemnidad que
sólo lo alejaron de aquellos y de aquellas con quienes siempre estuvo.
Escribimos aquella radionovela en 1977, la grabamos en 1979 y desde finales
de 1980 los casetes comenzaron a rodar por toda América Latina. Cuánta
gente la ha escuchado es difícil de calcular. En 1982, la serie radial se convirtió
en libro. Cuánta gente la ha leído: ni sabremos. Desde el año 2004 pusimos
todos los textos y los audios en una web de Internet (www.untaljesus.net).
Cuántos llegan hasta ese puerto: a diario tenemos noticias de nuevos
navegantes. Casi treinta años después de escribirla, nuevas generaciones
siguen buscando al Moreno de Nazaret que se ríe, que aprende y duda, que no
quería morir, al Jesús histórico, camino por el que llegamos al otro Dios.
Hoy usamos mucho la formulación Otro mundo es posible. Pero otro mundo no
será posible si otro Dios no es posible. Cuando escribimos “Un Tal Jesús”
queríamos cambiar la idea de Dios, pues eso fue lo que quiso Jesús. En la
cultura cristiana esto requiere previamente cambiar la acartonada y herética
idea de Jesús que tiene una inmensa mayoría de cristianos y cristianas, y de la
que es responsable una catequesis vacía de información histórica, basada en
dogmas incomprensibles y centrada en una idea de Dios negativa.
Con “Un tal Jesús” nos acusaron de herejes y de vulgares. Hasta de “odiar a
Dios” y de promover la pornografía. También nos dijeron algunos, como dice el
oyente de este programa, que no era “constructivo” lo que hacíamos. Casi
todas las conferencias episcopales de América Latina prohibieron los
programas en radioemisoras y en grupos, aunque ninguno de los inquisidores
de entonces se dignó escuchar un solo capítulo de la serie ni menos aún
dialogar con los autores. Después, la jerarquía española censuró la primera
edición del libro. Pero, como no éramos funcionarios eclesiásticos, no pudieron
prohibirnos la enseñanza en ninguna cátedra teológica ni censurar lo que
escribíamos.
Mientras en 1981 las prohibiciones contra el tal Jesús iban y venían, poco a
poco, como crecen los granos de mostaza, los casetes primero y los libros
después, se distribuían, se copiaban, pasaban de mano en mano, sonaban en
las radios y se discutían en las comunidades cristianas. Ahora, los audios y los
libretos socializados en la web ―todos los derechos compartidos― siguen
permitiendo descubrir un nuevo rostro de Jesús de Nazaret, moreno y
sonriente. Humano, definitivamente humano.
Ahora, hemos llamado al Moreno de Nazaret, le hemos pedido que regrese a
nuestro mundo. Hemos querido entrevistarlo, a través de los micrófonos de la
experimentada periodista Raquel Pérez, enviada especial de Emisoras Latinas,
para que sea el mismo “Jesús de la historia” quien nos hable sobre el “Cristo de
la fe”. Para que sea él quien desenmascare a quienes durante casi dos mil
años han dicho representarlo y no han hecho más que ocultar su mensaje de
justicia y de equidad. Y para que dé esperanza a muchas abuelas como la que
llamó al programa, a muchos huérfanos y viudas, a muchas mujeres, a mucha
gente pobre, de a pie, a muchos jóvenes que luchan por otro mundo y buscan
otro rostro de Dios.