FECHA: 17-05-18
REDACTOR: Yasel Toledo Garnache
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: ¿A quién le toca?
“¿A quién le toca?”, preguntaba una mujer delgada y de apariencia
frágil. ¿A quién…?, insistía. Alzaba un poco la voz, movía las manos y hasta daba leves pataditas en el suelo, como muestra de su desesperación. ¿A quién…? ¿A quién…?.
Eran poco más de las tres de la tarde, y ya ella había estado en varios establecimientos. No preguntaba por un turno en una cola, como pueden pensar algunos, sino quién debía atenderla, resolver cierta situación, pues la enviaban de un lugar a otro, con la explicación: “eso no es aquí”, “no nos corresponde a nosotros”, “donde la pueden ayudar es en tal lugar”, y ella ya estaba en el mismo sitio del inicio.
¿Quién no ha dado decenas de carreras para resolver un problema o en busca de una firma, y sufrido el “peloteo”? Algunos dicen “yo no puedo”, “aquí no”…, sin prácticamente escuchar, e inventan trabas excesivas, cuando la verdadera razón es la insensibilidad o el miedo a equivocarse.
La solución nunca debería ser sacudirse la responsabilidad, enarbolar el “no”, ni maltratar al necesitado. En algunos centros laborales son normales expresiones como “a mí no me corresponde esa tarea”, “no lo hago porque no está entre mis funciones”, “a mí no me pagan por eso”.
A veces, lo manifiestan hasta delante de clientes, ansiosos por recibir un servicio de calidad o al menos una explicación sensible de por qué no se puede. Y las palabras se adentran en el interior de los necesitados, para provocar tristeza y otras sensaciones indefinibles que circulan por las mareas de los cuerpos, acompañadas de preguntas.
¿Acaso es necesaria una exigencia oral o escrita para hacer lo correcto? ¿Alguien tiene el derecho de encerrar sus labores en un cuadrado imaginario o debe ser lo más útil posible en todo momento?
¿Qué se logra con decir “eso no me toca”, y estar con los brazos cruzados, cuando se tiene la fuerza y la capacidad para ayudar, aliviar dolores espirituales y tal vez hasta despertar sonrisas y agradecimientos?
Todo esto resulta más lamentable cuando existen condiciones materiales y otros aseguramientos para resolver las dificultades con rapidez, pero pululan frenos subjetivos como la morosidad, y la falta de voluntad y bondad.
En situaciones como esas, resulta necesario tener “mano dura”, pero sobre todo incidir en la conciencia de los responsables.
Mucho se habla de la Resolución 54, del 2018, referida al comercio interno, la cual abarca los derechos de los consumidores, incluidos los de recibir productos y servicios que cumplan con los requisitos de calidad, insumos del servicio y de seguridad establecidos, y contar con garantía, compensación, indemnización y reparación por daños y perjuicios causados, cuando corresponda.
El documento precisa que cada proveedor de productos y servicios del Sistema Estatal debe establecer sistemas internos para implementar la protección al consumidor, incluida la compensación ante quejas y reclamaciones.
Todo lo establecido es muy favorable, pero para su concreción resulta vital la conciencia y sensibilidad de quienes brindan los servicios, más allá de que la exigencia deberá ser permanente.
Hagamos siempre el bien, aspiremos a la excelencia y seamos buenos profesionales, compañeros y seres humanos, a favor de nosotros y los demás.
Fue un comentario de Yasel Toledo Garnache en la voz de… y la realización de…
ACN RADIO
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