ALBERTINA Pedro, vas a despertar a los niños. Se asustan cuando te oyen llegar así. Cállate, por favor.
ALBERTINA Otra vez. Una vez más. Mi vida pasa entre golpe y golpe. Yo me junté con Pedro cuando tenía 17 años. Como mi familia era pobre, el que yo saliera de la casa era una bendición.
MADRE Hija, el Pedro es trabajador, te ha de mantener bien.
PADRE Albertina, Yo estoy enfermo. Y tus seis hermanos tienen necesidad.
ALBERTINA No sé si yo lo quería o si sólo quería salir de la pobreza.
PEDRO Vamos a tener una familia como Dios manda, mamita.
ALBERTINA Pero su entender, Dios mandaba que él mande y yo obedezca. Así llegaron
cuatro hijos, dos niñas y dos niños.
PEDRO Eres una inútil, Albertina. Lo único que sabes es parir.
ALBERTINA Pero, Pedro. Tú me obligas a estar contigo.
PEDRO Eso es así. Es tu obligación. Para eso eres mi mujer.
ALBERTINA No quieres que tome pastillas, ni que me ponga la T.
PEDRO Eso sí que te gustaría, ¿no, putita? Para engañarme.
ALBERTINA No, Pedro. ¿Pero cómo puedo hacer para no tener más hijos?
PEDRO Ese es tu problema. Y te advierto que ni uno más, que no me alcanza la plata para “tus” hijos.
ALBERTINA Pero, Pedro...
PEDRO Oye, ¿por qué no buscas otro trabajo? ¿O sales a la calle a buscar plata?
ALBERTINA Pero, Pedro...
PEDRO “Pero, Pedro”... Cállate, y déjame en paz que vengo cansado de esa maldita
construcción.
ALBERTINA Yo también llegaba cansada. Trabajaba en una tienda y tenía que estar todo
el día de pie. Y antes de salir de mi casa, tenía que dejar la comida, la ropa, despachar a mis hijos a la escuela y, al regresar, seguía con los oficios de la casa. No tenía descanso...
PEDRO Eres una inútil. No haces nada.
ALBERTINA Y todos los fines de semana...
PEDRO Ven acá, mamita, que tengo ganas...
ALBERTINA Pedro, los niños están despiertos.
PEDRO ¿Y qué? Que sepan que su papá ama a su mamá.
ALBERTINA Pedro, Pedro, no. Basta, Pedro ya no...
ALBERTINA En toda esta desgracia, me sentía muy sola. Mi mamá y mi papá no querían
entender, cuando veían los moretones en mi cara, en mis brazos, en mis piernas.
MADRE El hombre es hombre, Albertina. Algo estarás haciendo para molestarle.
PADRE Seguro que le prohíbes que tome. Déjale que vaya a tu casa con sus amigos.
ALBERTINA ¿Yo estaba haciendo algo mal? Le pregunté a Pedro cómo debía portarme.
PEDRO Así me gusta. Una mujercita buena y que le cumpla a su marido.
ALBERTINA Pedro, yo ya no sé qué hacer para contentarte. Los niños te tienen miedo.
PEDRO Tú les enseñas que soy malo. Ellos tienen que respetarme.
ALBERTINA Pero, Pedro...
PEDRO ¡Cállate!
ALBERTINA Me callé, pero felizmente no iba a ser para siempre. Tenía a Paquita, mi amiga de la infancia. Ella me escuchaba y aconsejaba...
PAQUITA Albertina, no puedes seguir así. ¿No te das cuenta que esas niñas tienen miedo? ¿Que tus niños viven nerviosos?
ALBERTINA ¿Y qué hago yo? Yo no puedo mantenerlos sólo con mi suelo, es casi nada.
Paquita, dime, ¿crees que puede haber otra vida para mí? ¿Cómo?
PAQUITA Denúncialo, Albertina. Vamos a la policía.
ALBERTINA ¿A la policía, Paquita?
PAQUITA Sí, tienes que salvar tu vida. ¿No te da miedo cuando escuchas de tantas mujeres que mueren a golpes? Vamos, Albertina. Te acompaño.
CONTROL MÚSICA DRAMATICA
PAQUITA Venimos a denunciar al marido de mi amiga. Mire cómo está. Un poco más y
su marido la mata.
POLICÍA A ver, a ver, señora. Un ratito. Que hable la ofendida.
ALBERTINA No estoy ofendida. Estoy golpeada. ¿No ve? Y quiero poner mi denuncia. Quiero protección, señor policía.
ALBERTINA Los policías no nos creen cuando vamos a denunciar, pero al final...
POLICÍA Señora, aquí tiene esta citación para su marido.
ALBERTINA Yo le agradezco a mi amiga Paquita. Ella me enseñó que hay leyes para nosotras y que tengo derechos. Con esa citación en mi mano, yo cambié de actitud. Le dejé bien claro a mi marido que él ya no me puede tocar. Y si lo hace, lo boto de mi casa. Ahora, está medio tranquilo.
PEDRO Oye, Albertina, pásame la comida... por favor.
ALBERTINA Él se quedó en mi casa porque no tiene a dónde ir. Pero sabe que no puede tocarme ni gritarme. Ni a mí ni a mis hijos. Y yo aprendí que no tengo porqué aguantar golpes y humillaciones de nadie. ¿Quiere vivir con nosotros? Que se por te bien. Nada más le pido.
LOCUTORA Albertina no es la única mujer que ha sufrido violencia física. Varias otras mujeres han pasado por lo mismo. Éstos son sus testimonios:
MUJER 1 A mí, mi marido me pegaba duro. Que si la comida, que si la ropa, que si esto, que si el otro... Si le pedía dinero, recibía golpes. No aguanté más, agarré a mis hijos y nos fuimos bien lejos. Como yo sé cocinar muy bien, puse un puestito para vender tripitas. Así, vamos saliendo adelante. Ya nadie nos pega.
MUJER 2 A mí no me dan las fuerzas para irme. Trato de que no se moleste conmigo. Me levanto tempranito para tener sus cosas listas, su comidita caliente. ¿Y si bebe? No le digo nada, así me deja tranquila. ¿Qué puedo hacer? Aguantarle como sea por mis hijitos, para que te ngan su padre.
LOCUTORA Lo primero que hay que entender es que nosotras no somos responsables ni tenemos la “culpa” de la violencia de los varones. Y que tampoco es un asunto de adentro de la casa, que sólo te pasa a ti. Miles de mujeres, 8 de cada 10 sufren estaviolencia. Mira a las mujeres de tu alrededor. ¿Ellas la sufren? ¿Tú la sufres? ¿Qué harían ellas en el lugar de Albertina? ¿Qué harías tú?
Fue una producción de Infante-Promoción Integral de la Mujer y la Infancia con el apoyo de Hivos y Conexión Fondo de Emancipación. Escrito por Hortensia (Tachi) Arriola.
Intérpretes:
Albertina: Rocío Canelas
Pedro: Alfonso Terán
Madre: Marianela Alvis
Padre: Ever Angulo
Paquita: Claudia Hurtado
Policía: Nelson Marca
Mujer 1: Eva Frías
Mujer 2: Daniela Mercado
Locutora: Valeria Urquieta
Capítulos de la serie ENTRE MUJERES:
1- Albertina (Violencia física)
2- Josefa (Incesto y Violencia sexual)
3- Susana (Violencia psicológica)
4- Paulina (Violencia en el noviazgo)
5- Hilda (Violación en el matrimonio)
6- Cecilia (Violencia económica)
7- Dora (Explotación sexual comercial)
8- Sara (Acoso sexual y violencia simbólica)
9- Jacinta (Violencia económica)
10- Raquel (Violencia simbólica)