Llenos venían los barcos de caballeros de media loriga, de segundones desheredados, de alféreces rebeldes, de licenciados y clérigos hambrones. Traen culebrinas, rodelas, picas, quijotes, capacetes, espaldares, yelmos, perros. Ponen la espada a los cuatro vientos, declaran la tierra del rey, y entran a saco en los templos de oro.
Por entre las divisiones y celos de la gente india adelanta en América el conquistador;
por entre aztecas y tlaxcaltecas llega Cortés a la canoa de Cuauhtémoc;
por entre quichés y zutujiles vence Alvarado en Guatemala;
por entre tunjas y bogotaes adelanta Quesada por Colombia;
por entre los de Atahualpa y los de Huáscar pasa Pizarro en el Perú;
En el pecho del último indio valeroso clavan, a la luz de los templos incendiados, el estandarte rojo del Santo Oficio.
Como flores que se quedan sin aroma, caen muertos.
Texto: José Martí del libro Nuestra América
Voz: Marcelo Levy
Música: Lila Downs
Por entre las divisiones y celos de la gente india adelanta en América el conquistador;
por entre aztecas y tlaxcaltecas llega Cortés a la canoa de Cuauhtémoc;
por entre quichés y zutujiles vence Alvarado en Guatemala;
por entre tunjas y bogotaes adelanta Quesada por Colombia;
por entre los de Atahualpa y los de Huáscar pasa Pizarro en el Perú;
En el pecho del último indio valeroso clavan, a la luz de los templos incendiados, el estandarte rojo del Santo Oficio.
Como flores que se quedan sin aroma, caen muertos.
Texto: José Martí del libro Nuestra América
Voz: Marcelo Levy
Música: Lila Downs
