Felipe Varela.
Se sublevan los jinetes montoneros en cinco provincias argentinas.
La tijera de esquilar, atada a la lanza, desafía al cañón de los regimientos de línea, buscando el cuerpo a cuerpo; y en la polvareda de los entreveros se vocifera: ¡Viva el Paraguay!
Desde los Andes hasta los llanos, Felipe Varela viene alzando al paisanaje contra el puerto de Buenos Aires, usurpador de la Argentina y negador de América.
El caudillo de Catamarca denuncia la bancarrota de la nación, empeñada en sus empréstitos millonarios para aniquilar a otra nación hermana. Sus montoneros llevan en la frente una divisa, la unión americana, y una vieja furia en el corazón: Ser provinciano es ser mendigo sin patria.
Gaucho enjuto, puro pómulo y barba, nacido y crecido a lomo de caballo, Varela es la ronca voz del pobrerío empujado al muere.
Atados con maneas acuden a los esteros paraguayos, los voluntarios de las provincias, y los encierran en corrales, y les meten bala cuando se rebelan o desertan.
Texto: Eduardo Galeano, del libro Memoria del fuego
Voz: Alicia Carlucci
Música: Lucía Pulido, Fernando Tarrés & la raza y un pedacito de la Chacarera Santiagueña por Mariana Baraj.