Si a nivel nacional se reconoce que esta pandemia dejó al descubierto la profunda desigualdad que existe en nuestra sociedad, en la Provincia del Chaco lo que profundizó, es el sentimiento racista de mucha gente del lugar. Si bien la discriminación de los distintos pueblos originarios que habitan el territorio chaqueño no es nueva, ahora con la enfermedad se puso más en evidencia y el Barrio Toba de Resistencia es ahora uno de los centros de recepción de todo tipo de racismo y marginación de sus habitantes. A raíz de la falta de atención que se debía tener en cuenta por ser un barrio muy populoso y vulnerable, sucede ahora que es un peligroso lugar en donde las infecciones del Covid19 está aumentando en forma alarmante. Y esto, en vez de ser objeto de una urgente atención sanitaria, en muchos casos es objeto del rechazo y discriminación hacia los habitantes del lugar. Sucedieron casos como la no atención y expulsión de una señora que fue al Banco a realizar un trámite y cuando la empleada vio que vivía en el Barrio Toba, no la atendió y la echó del lugar; o cuando un hombre del barrio, a quien le detectaron el virus y fue internado en el hospital Perrando, pasó en una camilla tres días sin que lo vieran y cuando se sintió mejor pidió irse a su casa, y como no lo escucharon se volvió caminando casi 5 km. En todo el continente y también en Argentina, las necesidades sanitarias de los pueblos originarios son las últimas en ser atendidas, cuando lo son. Claro, después llegan las medidas, pero para eso tuvo que pasar antes mucho sufrimiento. Hasta el día de hoy en este barrio se registraban 134 personas infectadas y 12 fallecidas. Hoy tenemos los testimonios de Roberto Fernández, habitante del Gran Barrio Toba y de Nanci Sotelo, delegada del INADI, Instituto Nacional contra el Racismo y la Discriminación, en la Provincia del Chaco. Agradecemos el audio de Nanci al programa radial "Mañanas en Libertad".