FECHA: 06-08-2018
REDACTOR: Jorge Wejebe Cobo
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Batalla de Peralejo, derrota definitiva de la estrategia del Zanjón
El 24 de febrero de 1895 se inicia en la Isla la Guerra Necesaria, concebida por José Martí y contra la cual España envía a Cuba refuerzos militares dirigidos por el general Arsenio Martínez Campos, quien llega al país con la intención de repetir su estrategia apaciguadora que conllevó en 1878 al Pacto del Zanjón, con la que culminó la Guerra de los Diez Años. Pero esta vez el fracaso lo esperaba.
Para iniciar su movida, el jefe colonialista requería blandir el garrote e imponerse en el terreno militar a la nueva insurrección, desmoralizarla y desarrollar sus conocidas habilidades conciliatorias en el bando revolucionario.
El general Martínez Campos no permanece mucho tiempo en La Habana y se traslada a la zona oriental al frente de un gran contingente de soldados portadores del arma de infantería más moderna para la época, el fusil máuser.
Inclusive los más entusiastas partidarios del novedoso rifle entre los militares españoles, esperan que frente a su gran volumen de fuego, alcance y precisión, las cargas al machete de los cubanos, que realizaban casi siempre con sus cartucheras vacías y que resultaban aterradoras por su efectividad, serían imposibles en la nueva contienda. Poco durarían esos delirios.
Mientras, después de su azaroso desembarco por la Playa de Duaba en abril de 1895, el Lugarteniente General Antonio Maceo de acuerdo con la estrategia trazada en la manigua junto a José Martí, cuya caída en combate ocurrió el 19 de mayo, y con el Generalísimo Máximo Gómez, inicia la campaña ofensiva en la región oriental que sería el preámbulo de la invasión al occidente del país.
El 11 de julio de 1895 Maceo, con más de 800 hombres entre los que se encuentran los legendarios jefes Quintín Banderas, Jesús Rabí, Joaquín Tamayo y Saturnino Lora, prepara una emboscada a la propia columna del general Martínez Campos, que contaba con alrededor de 500 hombres de infantería y caballería junto a otra columna al mando del general Fidel de Santocildes, integrada por más de mil efectivos y que partirían desde el poblado de Veguitas hacia Bayamo al día siguiente.
Las fuerzas cubanas aprovecharon el terreno y se ocultaron entre una sabana y el Río Mabay, y a su retaguardia tenían a Peralejo, con lo cual controlaban todos los caminos de acceso.
Pero la trampa de Maceo no resultó como esperaba. Poco antes, dos presuntos pacíficos comerciantes, probablemente espías españoles, transitaron por dentro del emplazamiento de las tropas cubanas e inexplicablemente no fueron retenidos e informaron a las tropas enemigas de la presencia de los mambises.
Ante esa circunstancia, el general Martínez Campos unió sus fuerzas con la otra columna y evadieron las fuerzas principales cubanas y realizaron un movimiento envolvente hacia su retaguardia, donde se encontraba la impedimenta cubana escasamente defendida en un bosque.
Así se inició el combate con la iniciativa a favor de las tropas hispanas. Pero Maceo maniobró con la infantería que -dirigida por el general Quintín Banderas-, paralizó el avance de los peninsulares, mientras ordena a la caballería las legendarias cargas al machete contra los atacantes que son prácticamente copados en la Sabana de Peralejo.
En Peralejo además de la victoria militar alcanzada, fracasaron para siempre los sueños colonialistas de repetir un nuevo Zanjón.
Martínez Campos confesó su fracaso a Madrid y aconsejó enviar a Cuba al sanguinario Valeriano Weyler, quien arribó a la Isla en febrero de 1896 y aplicó como estrategia el genocidio al provocar miles de muertos, la mayoría mujeres, niños y ancianos, que perecen por hambre y enfermedades reconcentrados en pueblos y ciudades .
Pero como su predecesor, regresaría también derrotado a España.
Fue un comentario de Jorge Wejebe Cobo… en la voz de… y la realización de…
ACN RADIO
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