El Arte no es lo contrario de la barbarie. La razón no es contradictoria de la violencia.
Porque ni la muerte, ni la violencia ni el pensamiento son ajenos a una lógica que rebase la razón.
Cuando la música es esporádica, su convocatoria es tan perturbadora como vertiginosa su producción.
Cuando la convocatoria es incesante, la música se convierte en repulsiva, y entonces, es el silencio el que convoca y se convierte en solemne.
El silencio se ha convertido en el vértigo moderno. Del mismo modo que constituye un lujo excepcional en las grandes ciudades.
La música que se sacrifica a sí misma atrae de allí en más al silencio, como el señuelo al pájaro.
La música multiplicada al infinito, igual que la pintura reproducida en libros, revistas, tarjetas postales, películas…fue arrancada de su unicidad, de su realidad.
Y, al hacerlo, se despojó de su verdad.
Su multiplicación la privó de su aparición, de su fascinación originaria, de la belleza.
El Rey Luis XIV escuchaba solo una vez las obras que Couperin o Charpentier le proponían.
Al día siguiente, otras obras estaban dispuestas para sonar por primera y última vez.
Cada tanto ocurría que pidiese escuchar dos veces una obra particularmente apreciada. Una singularidad.
Durante milenios, la ocasión de la música fue tan singular, intransferible, excepcional, solemne, y ritualizada como podía serlo un grupo de máscaras, una gruta subterránea, un santuario, un palacio real, un funeral, o un casamiento.
Para el guión de este programa, hemos tomado fragmentos del libro EL ODIO A LA MUSICA, de Pascal Quignard, que la editorial Cuenco de Plata publicó en 2012.
Hoy, en LPMR, pusimos a consideración de la audiencia el disco AÑIL, de Beatriz Pichi Malén del año 2004.
El álbum AÑIL nos muestra canciones de origen mapuche interpretadas por Beatriz Pichi Malén, en voz, kultrum, pifilka y cascawillas.
Nestor Iencenella en sintetizadores, yuyul, yuka, moxenio, guitarra española, pifilka, kultrum, y coros; Mario Gimenez en coros y percusión, y Sergio Iencenella en bajo acústico.
Las composiciones escuchadas fueron: Canción del pato, Verde primavera, Luna nueva, Canto sagrado de la flecha, Canción para un hijo en cuna, Tierra de los huesos de la gente, Caballo, Canción sagrada del guanaco, Acción de tocar las chuchucas, Fragmento de canto tehuelche, Canto a las ballenas, Canción sagrada del río, Soñé a mi Padre, Saltando, Canción de la fuerza, Canción sagrada de la laguna, Buscar hermano, y Canción de despedida.
Dedicamos este programa a aquel muchacho que no conoce el encanto de haber derramado el llanto sobre un pecho de mujer.