LOCUTOR —¡Urgente! ¡Urgente! Cable de última hora con fecha de hoy y procedente de Haití. Seis campesinos fueron quemados vivos por un sacerdote católico en el poblado de la Concepción. Repetimos: seis campesinos quemados vivos. ¿Por qué ocurrieron estos trágicos sucesos? Para responder a esta pregunta, nuestro enviado especial con declaraciones de primera mano desde el mismo lugar de los hechos. ¡Adelante, Haití!
REPORTERA —Efectivamente, hemos podido hablar con el polémico sacerdote Fray Ramón Pané que fue quien dio la orden de quemar vivos a los seis campesinos. Escuchen sus declaraciones... Padre, ¿por qué tomó usted una decisión tan radical?
SACERDOTE —Porque aquí hubo un sacrilegio. Yo entregué a estos campesinos dos imágenes, una de Cristo y la otra de la Santísima Virgen. Y ellos, con total irreverencia, cometieron el sacrilegio.
REPORTERA —¿Podría aclararnos, padre, en qué consistió el sacrilegio?
SACERDOTE —¿Creerá usted que se arrodillaron ante las imágenes y rezaron? No, señor mío. Las tiraron al suelo, las pisotearon, las dejaron botadas como si fuera excremento. Este sacrilegio merecía un castigo ejemplar. Por eso, hice lo que hice. Y de repetirse los hechos, lo volvería a hacer.
REPORTERA —Ya lo han oído ustedes. Estas son las razones del padre Ramón Pané, un sacerdote que llegó a esta isla junto con los conquistadores españoles. Pero tenemos también las palabras de Maribay, madre de dos de los campesinos muertos. No fue fácil llegar hasta ella... Señora, ¿es cierto que ustedes arrojaron los santos al suelo?
INDÍGENA —No, no fue así... El padre español nos regaló a esos dos santitos... y tan bonitos vimos a sus dioses que mis muchachos fueron contentos a colocarlos en la tierra donde sembramos la yuca.
Es para que bendigan la tierra y nos den buena cosecha. Es nuestra costumbre. Así lo hacemos siempre con los dioses de nosotros... ¿Por qué ese hombre hizo una maldad tan grande?... ¡Mis hijos!
INTERLOCUTOR —Estas cosas pasaron, pero hace mucho tiempo. Fue en Haití, en el poblado de la Concepción y en 1496. La religión de los españoles empezaba a chocar fuerte con la religión de nuestros abuelos. Con las armas, con las hogueras de la Inquisición, España imponía sus creencias.
Hace 500 años algunos hicieron del cristianismo una mala noticia. Tal vez la historia esté al revés.