LOCUTORA —¡Y ahora, un reportaje en directo desde Panamá!
REPORTERO —Aquí, amigos radioescuchas, desde el mismo corazón de la selva panameña, trasmitiendo para ustedes los últimos momentos de la temeraria expedición iniciada hace ya tres semanas por un valeroso grupo de españoles. De los 190 voluntarios que acometieron esta histórica marcha, ya sólo quedan 67... ¿Llegarán o no llegarán a su destino?, ese es el dramático interrogante. Desde el pequeño montículo en que hemos logrado instalar nuestros equipos móviles vemos avanzar con dificultad al grupo expedicionario... Los vemos abrirse paso con hachas y cuchillos por la impenetrable maraña de la jungla. Hombre tras hombre, en apretada hilera, atraviesan en silencio los pantanos llenos de miasmas. Los saludan las cotorras, los amenazan culebras venenosas, nubes de mosquitos los enloquecen... Pero ahí van, venciendo el calor sofocante... Los labios agrietados por la sed, agotados, extenuados, con las ropas hechas jirones, muchos de ellos tambaleantes por las fiebres tropicales... Ante ellos tienen ya la cresta de la montaña desde cuya cima podrán divisar su objetivo...
BALBOA ¡Alto ahí!
REPORTERO —La voz que han escuchado ustedes, amigos oyentes, es la del capitán de la expedición que, consciente de la importancia de este día y de su papel en la historia, no quiere compartir con nadie la gloria de haber sido el primero en llegar. Y ahora, avanza en solitario los últimos metros hacia la cumbre... Su gallarda silueta se recorta sobre la altura. Ya está en la cima...
BALBOA —¡El Océano Pacífico! ¡Yo he sido el primero en verlo!
REPORTERO —El capitán Vasco Núñez de Balboa, visiblemente emocionado, y después de extasiarse unos segundos ante el inmenso mar, inicia ahora su descenso a la playa... También quiere ser el primero en remojarse en las desconocidas y solitarias aguas de este océano. Paso a paso, avanza el descubridor. La bandera de España en una mano, la espada en la otra... Balboa baja lentamente hacia la orilla... Nos llama un poco la atención lo concurrida que está la playa... Desde aquí vemos pescadores echando sus redes, mucha juventud nadando. Nos sorprende que... que el lugar esté tan habitado... A pesar de todo, el descubridor se abre paso entre los vecinos del lugar. Estos con cara de asombro se apartan... Algunos niños más atrevidos se acercan a tocarlo. Seguramente, no han visto nunca a un hombre vestido de metal y con tanto pelo... Impasible, Núñez de Balboa se quita el casco, se afloja la armadura...
BALBOA —¡Yo he sido el primero en verlo!
REPORTERO —Y se zambulle. Retoza extasiado en las aguas saladas del Océano Pacífico ¡que él acaba de descubrir!
INTERLOCUTOR —El 29 de septiembre de 1513 el capitán español Vasco Núñez de Balboa, atravesando las tierras de Panamá, llegó al Océano Pacífico donde vivían nuestros abuelos centroamericanos.
Durante 500 años nos han dicho que ellos descubrieron... lo que ya estaba descubierto. Tal vez la historia esté al revés.