LOCUTOR —¡Sensacional! ¡Ultima hora! ¡Asalto en el Tesoro Nacional de México! Interrumpimos de inmediato nuestra programación para informarles sobre el espectacular atraco ocurrido hoy en México y que todas las agencias coinciden en calificar como «el robo del siglo» Cables urgentes llegados a nuestra sala de teletipos confirman que la Casa del Tesoro de México ha quedado virtualmente desvalijada. ¡Adelante, México, con esta noticia de primerísima mano!
REPORTERA —Aquí, México. Pues sí, por increíble que parezca y aunque todavía los mismos mexicanos, perplejos, se nieguen a aceptarlo, de las enormes reservas de oro, de las valiosísimas joyas de las dinastías aztecas, de los objetos de arte que se guardaban bajo extremas medidas de seguridad en las arcas más secretas del Palacio Mayor, no queda nada, absolutamente nada. Los ladrones lograron penetrar en el recinto y sustraer todas las riquezas acumuladas durante años. Todavía no disponemos de cifras exactas, pero el valor de lo robado es incalculable. Un guardián del Palacio declaró para nuestra emisora:
GUARDIAN —Nosotros los vimos entrar. Fue por esa puerta de ahí, vea... Sabíamos a lo que venían, pero... no pudimos hacer nada.
REPORTERA —¿Por qué no pudieron impedir el robo los mismos guardianes del palacio? Y es que lo más sensacional de este robo, lo que dejó estupefacta a toda la ciudad, es que los asaltantes ingresaron impunemente y a plena luz del día en la cámara sellada donde se guardaba celosamente el fabuloso tesoro. ¿Cómo fue posible esto? Según nos aseguran todas las fuentes, los ladrones contaron nada menos que con la complicidad del máximo responsable de la Casa del Tesoro. Pero no acaban ahí las sorpresas. Hay más: todo hace pensar que detrás de este gigantesco desfalco están los intereses de una potencia extranjera. Y todas las sospechas recaen sobre España, ya que los ladrones, de nacionalidad española, después de haber convertido en lingotes las joyas y objetos de oro, lo están embarcando hacia su patria. No cabe duda, pues, que España está involucrada en este escabroso asunto que, como ustedes podrán imaginar, deja en bancarrota al imperio de los aztecas. Digamos, por último, que aunque no sería correcto afirmarlo sin juicio previo, aquí en México todos conocen —y todos maldicen— el nombre de quien dirigió el grupo de los asaltantes.
INTERLOCUTOR —Fue Hernán Cortés el ladrón. Y Moctezuma, el emperador de los aztecas, el que traicionó a los suyos y le abrió las puertas del Tesoro a los extranjeros. Y el Rey de España, Carlos V, quien recibió allá en Madrid, del otro lado del mar, las inmensas riquezas de México saqueadas en aquella amarga primavera de 1520, cuando comenzaba la conquista española de América.
500 años: nos siguen robando... y nos seguimos dejando robar. Tal vez la historia esté al revés.