LOCUTOR —Interrumpimos nuestra programación para dar paso al último informe llegado a nuestra emisora sobre la epidemia que está asolando a América Latina, una desconocida y mortal enfermedad que continúa haciendo estragos a lo largo y ancho de nuestro continente.
REPORTERA —Aún sin cifras oficiales confirmadas, se asegura que la nueva enfermedad está acabando a ritmo acelerado con la vida de centenares de latinoamericanos. Se sabe ya con certeza que la epidemia comenzó a desarrollarse entre la población de las islas del Caribe, extendiéndose después a la región centroamericana y a tierras de México y Perú, y avanzando posteriormente hacia los países del sur. Los síntomas de la mortal enfermedad son muy variados. Pero en todos los casos reportados hasta el momento se observan erupciones y manchas en la piel, «granos ardientes» como les llaman muchas de las víctimas. El debilitamiento del sistema inmunológico del cuerpo que desemboca en una dolorosa muerte caracteriza el síndrome de la enfermedad.
HOMBRE —No sabemos cómo parar esto. ¡Este mal corre más aprisa que el remedio!
REPORTERA —Todos confirman que son aún desconocidos los medios para combatir la nueva plaga y las formas con que ésta se trasmite. Mientras, crece el índice de mortalidad tanto entre los jóvenes como entre los adultos. Una mujer del valle de México que ha perdido ya a sus seis hijos víctimas de la enfermedad nos da su opinión:
MUJER —Lo único que yo puedo decir es que esta peste no es de aquí. Que aquí no la conocíamos. Esta desgracia la trajeron ellos.
LOCUTOR —Efectivamente, todas las fuentes confirman ya que la viruela, una enfermedad no conocida en nuestro continente, ha sido traída de fuera por los conquistadores españoles. Y con la viruela han llegado otras enfermedades también desconocidas y también mortales: el tétanos, la bronquitis, la fiebre amarilla, la sífilis, el tifus y la lepra, que también están diezmando a nuestra población indígena.
INTERLOCUTOR —Auténtico. La viruela y esas otras enfermedades fueron en el siglo 16 y en América, lo que hoy es el Sida en todo el mundo. Fue tan terrible, que algunos investigadores dicen que más de la mitad de los indígenas de América murieron contagiados poco tiempo después de haber llegado los conquistadores españoles.
Hace 500 años cabalgaron por nuestras tierras el hambre, la miseria, la guerra... y también la enfermedad. Tal vez la historia esté al revés.