LOCUTOR —Hacemos un alto en nuestra programación para ofrecerles los primeros y sen-sa-cio-na-les resultados de la encuesta de opinión que sobre los indígenas latinoamericanos se está promoviendo en los países de la comunidad europea con motivo de las celebraciones del descubrimiento del Nuevo Mundo. «¿Qué opinión le merecen los indígenas de América?», es la única y atrevida pregunta que se está formulando a destacados intelectuales de Europa. Y ya se están computando las primeras respuestas. Para ustedes, algunas de ellas en conexión múltiple y simultánea con nuestros corresponsales. En primer lugar, Francia. ¿Qué nos llega de la Ciudad Luz? ¡Adelante, París!
REPORTERA —Tenemos aquí una respuesta bien significativa, la del ilustre filósofo y político Jean Bodin:
BODIN —Realmente, los indios no son iguales a nosotros. Son seres de-ge-ne-ra-dos.
REPORTERA —Degeneración. ¿Cómo entender la dura palabra con la que Mesié Bodin califica a los indígenas? Oigamos otra respuesta. Para el distinguido conde de Buffón, esto quiere decir que...
BUFFON —... quiere decir que en esos indios no se puede observar ninguna actividad del alma. Por eso, opino sencillamente que son animales.
LOCUTOR —Los indios son animales. Drástica afirmación. Y en Alemania, donde siempre se han congregado las más brillantes cabezas, ¿qué dicen los intelectuales alemanes de esto? Adelante, Alemania.
REPORTERA —En Alemania se ha expresado ya el bien conocido filósofo Corneille de Paw. Y ha sido categórico:
CORNEILLE —Tener, no tienen alma. El indio es una bestia. Y además, una bestia floja. América es un desastre ¿Qué hay allí? Perros que no saben ladrar, vacas que no se pueden comer, indios que no quieren trabajar, e indias tan feas que... ¡puah!
LOCUTOR —En Francia, animales. En Alemania, bestias. Veamos qué se piensa en España, la cuna de los conquistadores. Adelante, nuestra corresponsal en la madre Patria:
REPORTERA —De España tenemos el criterio de dos religiosos, a cada cual más ilustrativo. El primero, es el destacado teólogo y catedrático Tomás Ortiz. Óiganlo ustedes:
ORTIZ —Los indios no se diferencian en nada de los animales, los vegetales y los minerales. Por eso, deben obedecernos a nosotros, los españoles.
REPORTERA —¿Son seres humanos? ¿No lo son? Este es el quid del problema, el meollo de la cuestión. Como contrapunto, traemos la perspectiva de otro religioso, el padre Gregorio García.
GARCIA —Digamos que sí, que son gente. Pero con un pecado a todas luces abominable: no agradecen a los españoles todo el bien que les hemos hecho.
INTERLOCUTOR —Auténtico. En los tiempos de la conquista española, y durante muchos años, se discutió por toda Europa si los indígenas americanos tenían o no alma, si eran o no animales. Y fue tanta la discusión que, en 1537, el Papa de entonces, Paulo III, tuvo que escribir un documento con sello y todo para declarar que sí, que «también» éramos seres humanos.
Hace 500 años nos llamaron animales... para ponernos a trabajar como animales. Tal vez la historia esté al revés.