LOCUTORA —Y ahora... ¡la noticia alimenticia! ¡Nuevo producto americano pone en retirada el hambre de los europeos! El nuevo alimento recién descubierto está siendo ya importado por Europa y revoluciona la dieta de los hogares franceses, ingleses, alemanes, españoles...
LOCUTOR —Los científicos hablan de él como «el alimento del futuro» por su bajo costo productivo y su alto valor nutritivo.
LOCUTORA —Y ampliando más la noticia alimenticia de hoy, conexión múltiple y simultánea con las principales capitales de Europa. Bonn. Alemania. ¿Qué dicen los laboratorios alemanes sobre este nuevo producto?
ALEMAN —¡Reina el entusiasmo! Esta nueva comida lo tiene todo: sales minerales, potasio, proteínas, almidón, celulosa, vitamina A, vitamina C, grasa, azúcares... todo un paquete de calorías condensado y sintetizado! ¡Heil Kartoffen!
LOCUTORA —Pasemos a París, Francia, la capital de la buena mesa: ¿qué opinan los cocineros franceses sobre este alimento del futuro?
FRANCES —¡O lá lá, una delicatesse...! Con esta fruta usted puede preparar cualquier receta: pan, buñuelo, ensalada, guiso, sopa, la torta y la tortilla, el pastel y el pastelillo, bolita salada y bolita dulce... hasta un exquisito licor puede usted hacer con ella... Por las calles de París ya se dice: «La come el rey, la come Tancredo y los dos... se chupan los dedos». Estoy seguro que en el paraíso Adán no mordió una manzana cualquiera, sino esta manzana de tierra.
LOCUTORA —Vamos ahora a Madrid. En España, ¿cómo se vende en los mercados españoles el nuevo alimento?
REPORTERO —Pues aquí estamos en un bullicioso mercado de la capital española... las amas de casa haciendo sus habituales compras... pero incluyendo ahora el atractivo producto traído de América... Usted, señora, ¿qué opina del nuevo fruto extranjero?
MUJER —Hijo, el hambre tiene cara de hereje. Y aquí se ha pasado un hambre perrísima. Pero ahora viene esta cosica nueva que se cosecha pronto, se guisa fácil y da de hartar.
REPORTERO —¡Pues que le aproveche, señora! ¡Y nosotros regresamos a cabina antes que nos hagan puré con los empujones!
INTERLOCUTOR —Los españoles la llamaron patata. Los franceses, manzana de tierra. Pero era nuestra papa, la que los conquistadores encontraron en los Andes, aprendida a sembrar y a comer de mil maneras distintas por nuestros abuelos incas. En el siglo 16, la papa llegó a Europa. En el 17, era ya el alimento más popular por allá. La papa latinoamericana había resuelto las viejas hambrunas del viejo continente. Y 500 años... sin resolver las nuestras. Tal vez la historia esté al revés.