Recién cuando se afincó en Posadas, Misiones, notó que había encontrado su lugar, un lugar de pertenencia, una cultura musical que ella difundiría como cantante.
Se dedicó durante años a cantar como parte de coros música antigua y medieval hasta la música popular del siglo XX.
Cecilia dedicó buena parte de los últimos 10 a estudiar la música típica de lo que ella define como el Guayrá, una región que abarca la provincia de Misiones, Paraguay y el sur de Brasil.
Por ese camino llegó a su primer CD solista, titulado Corochiré.
El álbum es un homenaje a la obra del famoso músico y letrista misionero Ramón Ayala.
Un homenaje y un rescate, ya que la mayor parte de las letras son poco conocidas.
La voz de Cecilia Pahl parece acariciar las palabras, y en Corochire se luce acompañada por un conjunto instrumental más bien sutil, en relación a la instrumentación promedio de la música litoraleña.
Ese ensamble está compuesto por Matías Arriazu en guitarra, Sebastián Macchi en piano, Juan Núñez en bandoneón, Guto Wirtti en contrabajo y Mariano Cantero en percusión.
El fraseo dulce y pausado de Cecilia consigue destacar las letras de Ramón Ayala.
Con lo cual parece potenciarse la poesía de Ayala, que es exuberante, como la naturaleza en Misiones.
Habla sobre ese paisaje de colores fuertes.
Pero además lo hace con formas sensuales, con metáforas claras y sin escatimar referencias a la inserción del ser humano en ese paisaje, particularmente como trabajador explotado.
Ramón Ayala es el autor de El mensú, en el que denuncia sin demasiados ambages poéticos las condiciones de trabajo de los peones yerbateros.
Otra presencia fuerte en la poética de Ayala es el guaraní, como en toda la cultura de la región.
Corochire, la canción que da nombre al disco, es una palabra guaraní que quiere decir zorzal y que es onomatopéyica, porque reproduce el canto de ese pájaro de la región.
El territorio de Cecilia Pahl es, naturalmente, el de las fronteras.
Tanto las reales de ese litoral donde el castellano, el guaraní y el portugués del gaúcho brasileño se mezclan…
…como las improbables: ese extraño límite entre Puerto Rico y Misiones, donde nació y donde se crió Pahl…
Y donde aprendió también a congeniar su apellido indudablemente alemán con una onda de lo más latina que ella misma no sabe muy bien de dónde le viene.
Y, por supuesto, las polkas y chamamés de la infancia mixturadas con la música que desde pequeña cantaba en coros y con el posterior aprendizaje formal.
Cecilia Pahl es cantante.
Estudió en la Escuela Superior de Música de Posadas, Misiones, en donde se especializó en flauta y canto.
En Buenos Aires profundizó estudios de canto y participó en el coro de ópera Juventus Lyrica y en el grupo de música antigua dirigido por Ramiro Albino.
En 2007 se radicó en Buenos Aires y trabajó en el repertorio folclórico del litoral argentino.
De ahí que en 2010 grabó su primer álbum, Corochire, dedicado a la música del compositor misionero Ramón Ayala, lo que escuchamos hoy.
Dedicamos el programa a los vendedores callejeros de helados Laponia.