Al mismo tiempo agrega que “Nos sentimos heridos y pasados a llevar, pues, actuaron de mala fe y censurándonos por sorpresa. No me pierdo, ni la mayor de las confusiones impide ver que lo ocurrido el viernes 15 de agosto fue un acto terrible de censura y discriminación política y racial, lo que ocurrió no fue un simple problema de producción o de tiempo, lo que pasó solo se explica con el hecho de que los organizadores quisieron impedir que la bandera mapuche subiera al escenario”.