FECHA: 14 febrero 2018
TEMA: El colesterol malo desmorona la erección
REDACTOR: Alain Amador
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN.
LOC: Cada vez más, los expertos en sexualidad se enfrentan a pacientes jóvenes con altos índices de disfunción eréctil.
Sin una causa aparente, y sin importar la apariencia saludable del hombre, ahora, el dedo apunta hacia uno de los parámetros medibles en la sangre: el llamado colesterol malo o LDL.
El análisis de sangre de un hombre aparentemente sano, que muestre niveles de LDL por encima de los TRESCIENTOS DIEZ milígramos por decilitro, desencadena una falta de circulación en el miembro eréctil.
Un diagnóstico más preciso reveló, además, un déficit circulatorio del fluido sanguíneo en las arterias cavernosas del glande.
El colesterol es una sustancia que se encuentra en todos los tejidos animales, en todas las células del cuerpo humano, pero de forma especial en la sangre, la bilis y la propia grasa que se acumula en nuestro organismo.
Es útil porque desempeña un importante papel en la absorción de los lípidos procedentes de los alimentos.
Pero, el llamado “malo”, se une a proteínas de baja densidad y coge las grasas del hígado y del intestino, para depositarlas en las células a través del sistema cardiovascular.
En otras palabras, se adhiere de forma muy fácil a las paredes arteriales, formando placas de ateroma y obstruyendo su luz.
No existe un nivel de colesterol óptimo que se pueda emplear como medida estándar para aconsejar a todo el mundo, por lo que depende del perfil de riesgo de cada persona.
Eso sí, los fumadores, los diabéticos o los hipertensos tienen, por ejemplo, mayores posibilidades de afectación en sus vasos sanguíneos.
Una de las consecuencias de los altos índices de colesterol es la obstrucción de las arterias y la limitación del flujo sanguíneo circulatorio en todo el organismo, con efectos adversos sobre la función cardiovascular y, por tanto, en las arterias del pene, dicen los expertos.
El colesterol alto, además, puede causar daños en los nervios impidiendo que el órgano viril reciba los impulsos necesarios para la erección.
También influye en la producción de testosterona -hormona masculina-, hecho que puede afectar el deseo sexual, reduciendo o anulando la excitación.
Novedades de la ciencia y la tecnología por medio de Alain Amador, Diosmy Argilagos y Yasney Crespo.
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