FECHA: 01-12-16
REDACTOR: Martín A. Corona Jerez ®
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN (I)
LOC: Seis décadas después del desembarco. Una hazaña con luces eternas.
La epopeya de los expedicionarios del yate Granma, enmarcada por
los historiadores entre el VEINTICINCO de noviembre e igual fecha de diciembre de MIL 956, es una de esas páginas inagotables e inolvidables que sustentan con fuerza la singularidad y la grandeza de los cubanos en el combate por la libertad.
Convencidos de la justeza de la causa y de las virtudes de su pueblo, jóvenes patriotas, liderados por Fidel Castro se sobrepusieron a los azares de una travesía por el Mar Caribe, al desembarco con matices de naufragio, la dispersión en terreno desconocido y la persecución feroz del enemigo.
En América primaba el criterio de que era imposible derrotar a un ejército profesional y vencer contra los intereses estadounidenses, mientras en Cuba, una criminal tiranía proyanqui era reforzada desde todo punto de vista por sus amos.
Todavía NO se explicado suficientemente por qué el gobierno de
Fulgencio Batista, con modernos medios navales, aéreos, terrestres y de espionaje, NO pudo abortar aquella expedición, la cual,
lógicamente, resultaría una de las últimas y más riesgosas en la
historia continental.
Los expedicionarios bebieron en el ejemplo de los hombres y mujeres de la Guerra de los DIEZ años, la Protesta de Baraguá y la respuesta de José Martí ante el fracaso del plan insurreccional de La Fernandina.
También resultó decisivo el sentimiento patriótico y humanitario de centenares de campesinos de los actuales municipios de Niquero, Pilón y Media Luna, en la provincia de Granma.
Alertados por la heroína Celia Sánchez Manduley, o de manera espontánea, ellos contribuyeron a que Fidel y Raúl Castro, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Juan Almeida y otros líderes, sobrevivieran y se hicieran invencibles en la Sierra Maestra.
Por eso, el domingo DOS de diciembre de MIL 956, fecha del arribo de los 82 jóvenes a Los Cayuelos, punto cercano a la playa Las Coloradas, en Niquero, quedó grabado con ribetes de oro en la historia que condujo al triunfo de MIL 959.
El VEINTINCO de diciembre de MIL 956, reiniciaron la marcha hacia la Sierra Maestra QUINCE expedicionarios y Fidel Castro escribió que combatirían "hasta vencer o morir", pues el apoyo recibido los alentaba a "seguir la lucha con más fe que nunca, convencidos de que un pueblo como el nuestro merece todos los sacrificios.
Fue un comentario de Martín Corona Jerez, en la voz de
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