Hace 25 años que se reformó nuestra actual Constitución Nacional, se realizó en una Asamblea Constituyente que tuvo lugar en la Provincia de Santa Fe, y allí, además de los Convencionales, o sea quienes iban a discutir sobre qué reformar, hubo mucha gente de organizaciones que concurría para apoyar determinados temas, y las organizaciones y comunidades indígenas también estuvieron presentes. Hicieron un importante lobby para que se conozcan sus existencias y sus luchas. Muchos días estuvieron presentes, representantes indígenas de distintos pueblos y comunidades, de diferentes puntos del país. Todos con un mismo objetivo derogar el inciso que establecía como atribución del Congreso: “Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo”. Esta premisa ya resultaba totalmente arcaica y humillante, así que se trabajó, se analizó y se propuso los cambios necesarios. Así es que se pudo cambiar. Los hermanos y hermanas indígenas trabajaron incansablemente para convencer a los convencionales en la necesidad de cambiar ese desastroso artículo por otro que reconociera su preexistencia y sus derechos ancestrales. Afortunadamente el esfuerzo dio resultado y lograron el tan ansiado reconocimiento. Entre quienes estuvieron en esa oportunidad, se cuenta al hermano mocoví de Santa Fe, de la Comunidad Com Caiá , Antonio Gómez, con quien estamos conversando ahora.