CIENCIA Y TECNOLOGÍA (ACN RADIO)
FECHA: 9 abril 2018
TEMA: Controlar la hormona del estrés es menor sobrepeso
REDACTOR: Alain Amador
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN.
LOC: Investigadores de la Universidad de Stanford en California determinaron que el control del ritmo de los GLUCOCORTICOIDES, comúnmente conocidos como las hormonas del estrés, reduce el aumento de peso.
Según un estudio publicado en la revista especializada Metabolismo Celular, se trata de la primera comprensión molecular de por qué las personas aumentan de peso debido al estrés crónico.
Mary Teruel, de la Facultad de Medicina de la citada institución, lo explica:
VOZ MUJER INGLÉS: “Esta investigación explica por qué los tratamientos con GLUCOCORTICOIDES están tan relacionados con la obesidad, y sugiere formas en que dichos tratamientos puedan administrarse sin los efectos secundarios comunes del aumento de peso y la pérdida de calidad ósea”.
La experta explica en el estudio que las células de grasa normalmente se regeneran a un ritmo del DIEZ por ciento por año, un fenómeno que constituyó el foco de investigación de Teruel durante varios años.
VOZ MUJER INGLÉS: “Ahora sabemos el código circadiano que controla el interruptor hacia el aumento de peso, y ya identificamos moléculas clave que están involucradas”.
El equipo descubrió que la maduración de las células grasas aumenta si la exposición a la hormona del estrés dura menos de DOCE horas.
El nivel de tal hormona en una persona sana aumenta y disminuye en un ciclo circadiano de VEINTICUATRO horas.
Se sabe también que alcanza un máximo alrededor de las OCHO de la mañana y cae a su nivel más bajo alrededor de las TRES de la madrugada del día siguiente.
Además, el nivel de los GLUCOCORTICOIDES, que activan células precursoras para que se conviertan en células grasas, también se incrementan por el estrés.
En condiciones saludables, menos del UNO por ciento de las células grasas precursoras de una persona, se convierten en células grasas, algo esencial para reemplazar las células maduras dañadas y renovar y mantener un tejido graso saludable.
Dado que la conversión de precursoras en células adiposas se produce a través de un interruptor BIESTABLE, concluimos que se puede controlar el aumento de peso con pulsos, finalizó Teruel.
Novedades de la ciencia y la tecnología por medio de Alain Amador, Yosdani Muñoz y Yasney Crespo.
ACN RADIO
FECHA: 9 abril 2018
TEMA: Controlar la hormona del estrés es menor sobrepeso
REDACTOR: Alain Amador
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN.
LOC: Investigadores de la Universidad de Stanford en California determinaron que el control del ritmo de los GLUCOCORTICOIDES, comúnmente conocidos como las hormonas del estrés, reduce el aumento de peso.
Según un estudio publicado en la revista especializada Metabolismo Celular, se trata de la primera comprensión molecular de por qué las personas aumentan de peso debido al estrés crónico.
Mary Teruel, de la Facultad de Medicina de la citada institución, lo explica:
VOZ MUJER INGLÉS: “Esta investigación explica por qué los tratamientos con GLUCOCORTICOIDES están tan relacionados con la obesidad, y sugiere formas en que dichos tratamientos puedan administrarse sin los efectos secundarios comunes del aumento de peso y la pérdida de calidad ósea”.
La experta explica en el estudio que las células de grasa normalmente se regeneran a un ritmo del DIEZ por ciento por año, un fenómeno que constituyó el foco de investigación de Teruel durante varios años.
VOZ MUJER INGLÉS: “Ahora sabemos el código circadiano que controla el interruptor hacia el aumento de peso, y ya identificamos moléculas clave que están involucradas”.
El equipo descubrió que la maduración de las células grasas aumenta si la exposición a la hormona del estrés dura menos de DOCE horas.
El nivel de tal hormona en una persona sana aumenta y disminuye en un ciclo circadiano de VEINTICUATRO horas.
Se sabe también que alcanza un máximo alrededor de las OCHO de la mañana y cae a su nivel más bajo alrededor de las TRES de la madrugada del día siguiente.
Además, el nivel de los GLUCOCORTICOIDES, que activan células precursoras para que se conviertan en células grasas, también se incrementan por el estrés.
En condiciones saludables, menos del UNO por ciento de las células grasas precursoras de una persona, se convierten en células grasas, algo esencial para reemplazar las células maduras dañadas y renovar y mantener un tejido graso saludable.
Dado que la conversión de precursoras en células adiposas se produce a través de un interruptor BIESTABLE, concluimos que se puede controlar el aumento de peso con pulsos, finalizó Teruel.
Novedades de la ciencia y la tecnología por medio de Alain Amador, Yosdani Muñoz y Yasney Crespo.
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