El americano de hoy es ante todo un mestizo cultural, y la definición de su identidad profunda pasa inevitablemente por la fusión armoniosa de sus raíces autóctonas y del aporte exógeno.
Cuando la angustia existencial se apodera con fuerza de la sociedad occidental, el mestizo puede reconectarse con sus orígenes indígenas yendo al descubrimiento de las huellas dejadas por los antiguos. Éstas siguen visibles en las piedras, en los tejidos, en las joyas, en las cerámicas, en la materia prima labrada, transformada, marcada por el deseo de transmitir el mensaje de los dioses. Pero además siguen vivas en las técnicas de cultivo, de alfarería, de curación, con la larga cadena de las manos que se unen, se conversan, se aprietan de padre a hijo, de madre a hija, de maestro a aprendiz.
Cuando el hombre contemporáneo grita en el dolor de su soledad; cuando lo invade la carencia profunda de sentido a su vivir cotidiano, cuando se fragmenta la solidaridad humana; en el silencio de los desiertos, de las selvas y de las montañas de América, los dioses siguen murmurando las verdades eternas, siguen susurrando las indicaciones necesarias para abarcar nuevos tiempos, siguen guiando a los buscadores de justicia, de amor, y acogen con calor especial a los adalides de la libertad.
Ficha técnica:
Texto: de Jacques Mabit recopilado en el libro “El lenguaje de los dioses”.
Voz: Juan Pablo Berch
Música: Dino Saluzzi
Es muy bello el texto, CIERTO POR SOBRE TODO GRACIAS