El cinismo es un precio muy alto. Nos cierra a la música. Para un músico, el cinismo es sinónimo de muerte.
Así, el líder de la banda King Crimson, le contestaba a un fan que lo había acusado por el supuesto interés pecuniario que implicaba reunir a dicho grupo, 15 años después de su disolución.
La mejor manera de discernir un grupo falso de uno verdadero, es el dinero, dijo Fripp.
Un grupo de verdad, lo comparte. En King Crimson, nadie se hace más rico que el resto.
El pasado vuelve a alcanzar a esta temible criatura sin edad: King Crimson.
El primer álbum, con el que la criatura vino al mundo, fue IN THE COURT OF THE CRIMSON KING.
La salida de este disco fue como el descubrimiento de América por Colón: de hecho, el disco se lanzó el 12 de Octubre de 1969, año en que, en Camboya, Estados Unidos comienza un bombardeo secreto.
De pronto, muchos músicos descubrieron que el rock podía ser considerado como música seria.
En aquella primer internación de la banda, además de Robert Fripp, se encontraban el baterista Michel Giles, el cantante y bajista Greg Lake, el multi-instrumentista Ian McDonald, y el letrista e iluminador Steve Spingfield.
Fue justamente él quien bautizó a King Crimson, tomando una forma anglisada del árabe, para nosotros Belcebú, para aludir a ese rey carmesí que no es otro que el demonio.
Con respecto a este disco, IN THE COURT OF THE CRIMSON KING, su bajista, Greg Lake, dijo hace unos años que fue un disco que ejerció una tremenda influencia en la música de su tiempo.
Para mucha gente, el disco fue su primera exposición a la música seria, con forma de rock and roll.
Puso en práctica ideas de vanguardia: se tocaban cosas fuera de tono, deliberadamente, y en métricas rítmicas que no funcionaban.
“Hasta tuvimos solos, en los cuales no había clave por la cual guiarse”, dijo Lake.
Uno de los músicos tocado por aquel trabajo fue Bill Bruford, un excelente baterista que en ese momento estaba grabando el segundo disco de su grupo, Yes.
De inmediato, Bruford supo que King Crimson era el grupo en el que quería estar.
Tres años más tarde, Bruford abandonaba Yes, en el momento de mayor popularidad, para acompañar a Fripp en la reconstitución de King Crimson de 1972.
1972, año en que, en Estocolmo, se inicia la Cumbre de la Tierra, primera gran conferencia de la ONU en poner sobre la mesa los problemas medioambientales generados por el hombre.
Así, el líder de la banda King Crimson, le contestaba a un fan que lo había acusado por el supuesto interés pecuniario que implicaba reunir a dicho grupo, 15 años después de su disolución.
La mejor manera de discernir un grupo falso de uno verdadero, es el dinero, dijo Fripp.
Un grupo de verdad, lo comparte. En King Crimson, nadie se hace más rico que el resto.
El pasado vuelve a alcanzar a esta temible criatura sin edad: King Crimson.
El primer álbum, con el que la criatura vino al mundo, fue IN THE COURT OF THE CRIMSON KING.
La salida de este disco fue como el descubrimiento de América por Colón: de hecho, el disco se lanzó el 12 de Octubre de 1969, año en que, en Camboya, Estados Unidos comienza un bombardeo secreto.
De pronto, muchos músicos descubrieron que el rock podía ser considerado como música seria.
En aquella primer internación de la banda, además de Robert Fripp, se encontraban el baterista Michel Giles, el cantante y bajista Greg Lake, el multi-instrumentista Ian McDonald, y el letrista e iluminador Steve Spingfield.
Fue justamente él quien bautizó a King Crimson, tomando una forma anglisada del árabe, para nosotros Belcebú, para aludir a ese rey carmesí que no es otro que el demonio.
Con respecto a este disco, IN THE COURT OF THE CRIMSON KING, su bajista, Greg Lake, dijo hace unos años que fue un disco que ejerció una tremenda influencia en la música de su tiempo.
Para mucha gente, el disco fue su primera exposición a la música seria, con forma de rock and roll.
Puso en práctica ideas de vanguardia: se tocaban cosas fuera de tono, deliberadamente, y en métricas rítmicas que no funcionaban.
“Hasta tuvimos solos, en los cuales no había clave por la cual guiarse”, dijo Lake.
Uno de los músicos tocado por aquel trabajo fue Bill Bruford, un excelente baterista que en ese momento estaba grabando el segundo disco de su grupo, Yes.
De inmediato, Bruford supo que King Crimson era el grupo en el que quería estar.
Tres años más tarde, Bruford abandonaba Yes, en el momento de mayor popularidad, para acompañar a Fripp en la reconstitución de King Crimson de 1972.
1972, año en que, en Estocolmo, se inicia la Cumbre de la Tierra, primera gran conferencia de la ONU en poner sobre la mesa los problemas medioambientales generados por el hombre.
