Más vale gorras embrollando, que la Policía matando
El 24 de marzo, fue asesinado Ezequiel Barraza, de 20 años, acusado de haber robado en Barrio Primero de Mayo.
El 7 de Abril, un guardiacárcel, en un aparente robo, mata a otro joven de 15 años en Villa Corina.
Lautaro Torres (16 años) es asesinado el 13 de abril, por un uniformado en un supuesto intento de robo de celular.
Pablo Nicolás Navarro, de 29 años el 12 de mayo, un policía termina con su vida en otro supuesto robo en una playa de estacionamiento.
El 8 de Julio, en B° San Vicente, un policía disparó contra una Traffic llena de jóvenes, y Gastón Lusio terminó herido de gravedad.
Ese mismo mes, el policía Montes de Oca dice que Miguel Ángel Torres entró a robar en la librería de su familia lo que justificó su muerte.
Sábado 26 de julio, matan a Fernando “Guere” Pellico, de 18 años; y su primo Maximiliano Peralta queda herido con un disparo en una pierna, acusados de haber esquivado un control policial.
A las sospechas de un robo de estéreo de un auto, el 3 de septiembre, un Guardia de Infantería asesinó a un joven de 21 años.
Todos ASESINATOS a manos de la Institución policial que se encuentran aún sin resolver. Expresión más brutal de un plan sistemático de control social, expuesto con el narco escándalo y el acuartelamiento policial a finales del 2013.
Todos demuestran la impunidad y la intención de aniquilar a quienes, según su criterio, somos peligrosos y peligrosas para nuestra sociedad. Las órdenes dadas por los altos jefes de la institución es desaparecer a los y las jóvenes. Lo hace público el actual jefe de la policía Julio Cesar Suarez con una estrategia puramente mediática basada en “corralitos”, efectivos movilizados, infantería y helicópteros para realizar razias en los barrios más humildes de Córdoba.
Sin embargo, no ha bajado el índice de delitos en la provincia. Situación que se agrava por las fuertes denuncias que ligan a las fuerzas policiales con el narcotráfico, el crimen organizado y las redes de trata, respondiendo siempre, a las orientaciones políticas de nuestro gobernador.
José Manuel De La Sota es el responsable y gestor del feroz aparato represivo de Córdoba y quien a pesar de las innumerables expresiones de lucha y resistencia insiste en profundizar y perfeccionar el actual código de faltas.
Repudiamos la “emergencia juvenil” con la que el gobernador se refiere a los y las jóvenes asociándonos con la delincuencia y las adicciones.
Los gobernantes insisten en maltratar y criminalizar el trabajo sexual a través del artículo 45 del código, que permite a la policía reprimir a las trabajadoras sexuales. Insiste en legitimar en el tema a personajes incompetentes como la actual legisladora Amelia Chiófalo, quien en nombre de los sectores de poder clandestiniza su forma de trabajo y lucha. Toda esta situación se empeora con la forma machista y autoritaria con la que se trata a las mujeres, quienes sufren el constante acoso y la violencia de género por parte de la sociedad y del Estado en su conjunto.
Con la reforma del código de faltas, no sólo buscan sostener su carácter represivo y arbitrario, si no que buscan incorporar una clausula anti huelga para atacar las luchas de los y las trabajadores al igual que lo hacen a nivel nacional la nefasta ley antiterrorista y los proyectos que circulan de leyes antipiquetes. Son modificaciones necesarias para reprimir a los trabajadores y trabajadoras que luchan por los derechos y servicios esenciales para el pueblo. El objetivo de sostener el código de faltas radica en la necesidad del gobierno de De La Sota de preservar un aparato represivo para aplicar una política de ajuste ante la resistencia activa de los trabajadores, trabajadoras y a juventud.
No podemos dejar de mencionar la violencia mediática que se ejerce sobre nuestros y nuestras jóvenes y trabajadores generando sensación de inseguridad en la sociedad, promocionando la presencia policial como solución a las urgencias sociales y ocultando la complicidad con las mafias corruptas que hoy muestran las instituciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, responsables directos de las crisis sociales y políticas que hoy enfrentamos.
Nos sentimos con la fuerza y las convicciones de transformar nuestras realidades porque creemos en el otro y la otra.
Construimos juntos y juntas espacios de reflexión y organización que nos permiten posicionarnos como protagonistas desde la exigencia del cumplimiento de nuestros derechos. Somos los gestores y gestoras de la esperanza creyendo en el otro y la otra como par en los espacios afectados, construyendo desde los acuerdos a pesar de las diferencias políticas que por nuestras formas de organizarnos hemos generado.
Coincidimos en que es muy necesario se derogue el actual código de faltas y se construya un acuerdo de convivencia que no nos criminalice.
Nuestros ideales y nuestra cultura son lo que nos hacen protagonistas y nos permiten resistir ante los maltratos que recibimos de las instituciones del Estado. Sabemos lo que podemos generar con acuerdos y organización. No queremos destruir los diálogos. Exigimos que nos escuchen. La palabra es nuestra arma más fuerte. La que nos hace parte de esta inmensa y real resistencia.
Queremos y elegimos no olvidar ni perdonar a quienes han asesinado a nuestros compañeros y compañeras. Exigimos justicia ya y cárcel común para los verdaderos delincuentes, los responsables directos de nuestras carencias y ausencias.
Queremos que se garanticen los derechos a todas las personas. Queremos influir y participar en los eventos de recreación y actividades socioeducativas. Exigimos que nos devuelvan la libertad de circular por donde queramos para ser y estar el tiempo que haga falta. Queremos romper los vicios del poder político de turno. Denunciamos la constante persecución a los espacios organizados.
También denunciamos y exigimos que se respeten los derechos de todas las personas privadas de la libertad, por ellos y ellas se debe velar a través de todas las instituciones y organismos que estudian y militan por los DDHH. Es su obligación velar por su bien estar físico y psíquico. No queremos más torturas ni muertes en los lugares de encierro. Al igual que todos y todas, estas PERSONAS tienen derecho a que se los y las cuide y respete. Es necesario se le dé potestad a los diferentes espacios sociales que trabajan dentro de los lugares de encierro.
Esta octava marcha de la gorra exige aparición de Facundo Rivera Alegre, desaparecido hace dos años y medio, al igual que acompañamos a todas las familias de pibes y pibas asesinados y asesinadas por el Estado.
Estamos HARTOS y HARTAS de la maldita policía. Los consideramos sicarios pagos, encargados de sostener los más altos mercados negros del delito en Córdoba y nuestro país.
Pero aun así AQUÍ ESTAMOS festejando los encuentros y liderando las resistencias que tienen como eje nuestros derechos. Vamos a seguir luchando. Nunca jamás nos vencerán ni callarán.
Esta es nuestra lucha y exigiremos justicia hasta las últimas consecuencias porque nuestros ideales están y descansan en el otro y la otra como compañeros que somos y seremos para resistir cada vez que haga falta… Por todo esto gritamos…
Por la derogación del actual código de faltas y una inminente asamblea para empezar a armar un acuerdo de convivencia que garantice nuestros derechos
Exigimos la renuncia del actual jefe de policía Julio Cesar Suarez quien es un represor confeso.
Exigimos se garanticen los derechos de todas y todos los presos, a quienes consideramos presos políticos.
Exigimos libertad a los presos por luchar.
Exigimos se haga justicia por nuestros jóvenes asesinados en los últimos 30 años
No a la violencia hacia las mujeres… Basta de femicidios.
Festejamos y festejaremos el octavo encuentro a través de esta hermosa marcha que es nuestra y le pertenece a todas aquellas personas y organizaciones que se acercan y acompañan.
Festejamos el haber vuelto a construir este hecho político.
Reivindicamos las luchas y las diferentes formas de hacerlas
Festejamos la vida y la valentía de quienes elegimos luchar por nuestros derechos
POR LA APARICION DE FACUNDO RIVERA ALEGRE Y YAMILA CUELLO…
JUSTICIA POR TODOS NUESTROS COMPAÑEROS ASESINADOS.