FECHA: 12-02-18
REDACTOR: Tania Rendón Portelles
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: Duany Castillo, médico cubano sobreviviente en el Polo Norte.
Se dice que en hechos o situaciones sorprendentes no resulta extraño que se encuentre implicado un cubano, y ese es el caso de José Joaquín Castillo Duany, quien vivió experiencias extraordinarias para su tiempo y se vio envuelto en aventuras que lo hicieron ser el primero de esta Isla en ir a una expedición al polo norte.
Y sépase que para la historia no ha pasado inadvertido, que en su honor, en enero de MIL 959, se le dio su nombre al Hospital Militar del Ejército Oriental, en Santiago de Cuba.
Se graduó de médico cirujano en MIL 880 en la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos, ese mismo año se presentó a una convocatoria de la Marina de Guerra estadounidense que buscaba cubrir 20 plazas de galenos.
Más de CIEN profesionales respondieron al aviso e hicieron los exámenes correspondientes, pero el cubano estuvo entre los primeros seleccionados, lo que sería la punta del iceberg en cuanto a su leyenda personal.
Como médico de la Marina estadounidense, el santiaguero nacido en MIL 858 hizo su viaje al polo norte, a bordo del vapor Rodgers el 16 de junio de 1881, uno de los cuatro buques que el Senado de Estados Unidos financió para buscar el barco Jeannette, propiedad de James Gordon Bennett, dueño del New York Herald, el cual zarpó a su vez para con el propósito de rescatar al buque sueco Vega, que en julio de 1878 había salido para bojear el Ártico.
Sin embargo, los tripulantes del Rodgers no encontraron al Jeannette y tras rastrear el norte de Alaska pusieron rumbo hacia el oeste, a la Siberia.
Cerca del delta del río Lena, una explosión accidental provocó el incendio de la embarcación, y sus 35 tripulantes quedaron a la deriva en el inhóspito territorio polar ruso. Fue cuando supieron que las tropas que intentaban rescatar habían muerto, en su mayoría congelados.
Los hombres del Rodgers murieron casi todos a causa del frío, el hambre y el escorbuto; y uno de los pocos sobrevivientes fue el cubano, quien resistió las adversidades y escribió sus experiencias que publicó luego en su libro Los hábitos y la higiene de los esquimales.
Con dos compañeros, Castillo Duany atravesó la región rusa, llegó a la península de Kamchatka, cruzó el estrecho de Bering y arribó al poblado de Sitka, en Alaska, para de ahí trasladarse a San Francisco, donde lo recibieron como a un héroe.
Ya en Nueva York, el joven médico se unió a la causa independentista cubana y participó en varias expediciones para llevar municiones a los mambises.
Finalmente, radicó en territorio santiaguero con su esposa Matilde Simoni, hermana de Amalia, la esposa del Mayor Ignacio Agramonte y sus hijos, donde ejerció su especialidad y continuó con sus labores independentistas y una vez derrotada la corona española en la Isla, asumió la dirección del Hospital Civil de Santiago de Cuba.
Historiadores de la época afirman que Castillo Duany y su hermano, el General de División Demetrio fueron de los primeros decepcionados pues enseguida percibieron que la Isla solo cambió de dueño de España a Estados Unidos.
Más de 10 MIL santiagueros lo eligieron como delegado a la Asamblea que redactaría la Constitución de MIL 901, lo cual no aceptó al preferir el ejercicio de la cirugía.
Ya enfermo viajó a París, donde falleció el VEINTE de noviembre de MIL 902, dejando para la posteridad una historia asombrosa de identidad, rebeldía y mucha cubanía.
Fue un comentario de Tania Rendón Portelles en la voz de y la realización de...
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