Radioteca ya no recibe más audios. Los audios existentes permanecerán en línea.

[Leer aviso]

Por falta de fondos, desde junio de 2020, este portal de intercambios se encuentra congelado. Ha sido imposible mantener activo el sitio que ha crecido constantemente desde que se abrió en 2006. Queremos agradecer a quienes, de una u otra forma, apoyaron esta iniciativa de Radialistas Apasionadas y Apasionados: la oficina de UNESCO en Quito por aportar el empujón inicial; a CAFOD por confiar siempre en nuestras iniciativas; a HIVOS y la DW-Akademie por sus apoyos para ir mejorando la web y mantener el servidor; a Código Sur por sostener técnicamente Radioteca la mayoría del tiempo que estuvo activa; a Roberto Soto por su solidaridad técnica en estos últimos años; y la Red de Radios Comunitarias y Software Libre que, junto a Guifi.net, permiten que esta versión final de Radioteca siga en línea y no se pierdan nunca los audios que muchas radios nos confiaron a lo largo de 14 años.

Recomendamos Archive.org para guardar tus audios online.

EDITORIAL "EL CLUB DE LA PLUMA" 28-6-2015
EDITORIAL "EL CLUB DE LA PLUMA" 28-6-2015
Descripción:

LA VIDA COMO VALOR O EL PRECIO DE LA VIDA… Cuando nos proponemos la construcción de espacios alternativos de comunicación, donde la pluralidad y la integración tengan un real sentido en la práctica, lo hacemos con la firme convicción de estar contribuyendo en la revalorización de la vida. La vida, nuestra existencia, no es un hecho fortuito, descolgado, inconexo, todo lo contrario es lo más certero de la creación, más allá de las “imperfecciones” con que se ha concebido. La vida adquiere valor en tanto y en cuanto, en la interpelación que recurrentemente afrontamos, respondemos con lo más profundo de nuestro ser. Y al referirnos a lo más profundo, a nuestra esencia, nos referimos a la respuesta lo más despojada posible de las influencias mediáticas e institucionales. Una esencia desapasionada de lo efímero e inconsistente. La mezquindad, el personalismo y la apatía se cuelan por nuestro tejido social intentando copar nuestra individualidad para “conducir”, “direccionar” nuestro andar hacia lo falaz, lo fugaz, lo artero. Y es allí donde las más terribles de las miserias comienzan por desfilar copando y cooptando a un grueso número de nuestra sociedad, merced a la manipulación de que somos víctimas. Para ello los inservibles servicios de desinformación y otras yerbas hacen su tarea. Una placa en las redes sociales expresa: “…La lucha contra el sistema que nos rodea no es más importante que la lucha contra lo que del sistema tenemos interiorizado…” A lo que La Digna Huerta agrega: “…Los procesos autogestivos, revolucionarios, dignificantes, propositivos, alternativos y como quiera que se autonombren, también van acompañados de luchas en el terreno personal, el mental, el emocional, el espiritual que requiere de voluntad individual, así como de participación y de espacios en lo colectivo para resignificar, para nutrirnos (…) Nuestros pasos no van solos, van acompañados, de otrxs, de nosotrxs, de ustedes, de la autocrítica y de la valoración de cada esfuerzo y logro por luchar contra las contradicciones inherentes a tiempos de transformación...” El sistema, por denominarlo de alguna manera, nos ha inoculado, nos ha impuesto la desvalorización de la vida, poníendole un precio a la misma. Hay quienes en su diaria práctica han demostrado que se puede vencer al sistema alienante, anteponiendo persistencia en lo colectivo. Ejemplo de ello han sido Maximiliano Kosteki y Darío Santillán que fueron asesinados el 26 de junio del 2002 en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, mientras junto a tantos otros demostraban que la lucha por los derechos era posible y necesaria. Ese hecho fue manipulado por algunos medios de prensa, tal el detestable ejemplo del impreso del monopolio clarín, cuando titulaban que la crisis había causado otras dos muertes, como si una situación fuera la que empuñaba un arma y disparaba. La desinformación para manipular uno, dos asesinatos por parte de uniformados pertenecientes a, suena casi ridículo, fuerzas de seguridad bonaerenses, acusando de ello a “la crisis”… La desinformación, la manipulación de la información, de un hecho, a “cambio” de lo que sea, en nada contribuye en el fortalecimiento del individuo y del colectivo. La vida y/o la muerte tomadas como mercancía, desdibujando la vida como valor. 24 de junio del 2015, dos días antes de cumplirse un nuevo aniversario de los asesinatos de Maxi y Darío, muere otro joven luego de haber sido “linchado” por supuestos ciudadanos. El argumento o excusa, la defensa ante un intento de robo. Justicia por mano propia para defender una cartera, un celular, unos pesos. Un precio muy mezquino para ponerle a la vida. Al respecto Cristina Páez Molina comparte: "…Cuánto vale una vida? quien y como pone precio?.. Que es lo que nos pasa como sociedad, que retrocedemos tanto, los mismos que pregonan que te matan por un celular, matan en todo caso por lo mismo... "cansados" de los "robos" se convierten en asesinos, de la peor estirpe, impunes, cobardes,...esta es la sociedad que quieren? (…) Los medios aportan lo suyo en esto, el pibe muerto es ladrón, pero la patota que lo asesino son "vecinos".. Solo eso… "vecinos" (L,G.) ES BUENO QUE LO SEPAN, ESTE "LADRÓN" DONÓ TODOS SUS ÓRGANOS PARA DAR VIDA A VAYA A SABER CUÁNTAS PERSONAS, INTEGRANTES QUIZÁS DE ESTA MISMA SOCIEDAD QUE LO ASESINÓ SIN PIEDAD Y QUE HOY ESTÁ OCULTA!!...” Nuestra sociedad padece varias patologías que intenta disimular con la manipulación de un discurso, con el abuso opinológico mediático, donde se muestra un claro des-precio por la vida, ensalzando el precio de lo que sea en esto de “la posesión”. Pero no es sólo uno o varios males que afectan al común de la sociedad, son también “infectados” de avaricia, sordera y ceguera social quienes pertenecen a los diferentes poderes del estado que, en el mejor de los casos, miran para otro lado, en el peor buscan la justificación “cueste lo que cueste”, no vaya a ser que un supuesto ladrón muerto por las “pulcras manos de la sociedad”, sea reivindicado y tomado en cuenta para enrostrar la miserabilidad que hipócritamente se pretende ocultar o disimular. La autocrítica no es práctica habitual. La autojustificación se ha convertido en un descarado ejercicio cotidiano que, a pesar de los maquillajes, no puede disfrazar tanta barbarie civilizada. Individual y colectivamente nos debemos la autocrítica necesaria para reivindicarnos ante nosotros mismos y el transmutar precio por valor. Nos debemos una re-conceptualización del término “vida” para darle el status que merece esta denominación tan puesta a remate a lo largo de nuestras existencias. Marilina Ross nos aleccionaba diciendo: “…No, permanecer y transcurrir no siempre / quiere sugerir honrar la vida. Hay tanta pequeña vanidad / en nuestra tonta humanidad enceguecida…” Seamos capaces de recuperar la vista y desterrar la vanidad, para honrar la vida y poder existir con dignidad. Que así sea. NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com www.elclubdelapluma.com.ar DOMINGOS DESDE LAS 10 HS. POR FM 103.9 RADIO INÉDITA www.radioinedita.com.ar Notas y Material Consultado http://www.lmcordoba.com.ar/nota.php?ni=208596&utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

Libreto:
LA VIDA COMO VALOR O EL PRECIO DE LA VIDA…

Cuando nos proponemos la construcción de espacios alternativos de comunicación, donde la pluralidad y la integración tengan un real sentido en la práctica, lo hacemos con la firme convicción de estar contribuyendo en la revalorización de la vida.

La vida, nuestra existencia, no es un hecho fortuito, descolgado, inconexo, todo lo contrario es lo más certero de la creación, más allá de las “imperfecciones” con que se ha concebido.

La vida adquiere valor en tanto y en cuanto, en la interpelación que recurrentemente afrontamos, respondemos con lo más profundo de nuestro ser.

Y al referirnos a lo más profundo, a nuestra esencia, nos referimos a la respuesta lo más despojada posible de las influencias mediáticas e institucionales. Una esencia desapasionada de lo efímero e inconsistente.

La mezquindad, el personalismo y la apatía se cuelan por nuestro tejido social intentando copar nuestra individualidad para “conducir”, “direccionar” nuestro andar hacia lo falaz, lo fugaz, lo artero.

Y es allí donde las más terribles de las miserias comienzan por desfilar copando y cooptando a un grueso número de nuestra sociedad, merced a la manipulación de que somos víctimas. Para ello los inservibles servicios de desinformación y otras yerbas hacen su tarea.

Una placa en las redes sociales expresa: “…La lucha contra el sistema que nos rodea no es más importante que la lucha contra lo que del sistema tenemos interiorizado…” A lo que La Digna Huerta agrega: “…Los procesos autogestivos, revolucionarios, dignificantes, propositivos, alternativos y como quiera que se autonombren, también van acompañados de luchas en el terreno personal, el mental, el emocional, el espiritual que requiere de voluntad individual, así como de participación y de espacios en lo colectivo para resignificar, para nutrirnos (…) Nuestros pasos no van solos, van acompañados, de otrxs, de nosotrxs, de ustedes, de la autocrítica y de la valoración de cada esfuerzo y logro por luchar contra las contradicciones inherentes a tiempos de transformación...”

El sistema, por denominarlo de alguna manera, nos ha inoculado, nos ha impuesto la desvalorización de la vida, poníendole un precio a la misma.

Hay quienes en su diaria práctica han demostrado que se puede vencer al sistema alienante, anteponiendo persistencia en lo colectivo. Ejemplo de ello han sido Maximiliano Kosteki y Darío Santillán que fueron asesinados el 26 de junio del 2002 en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, mientras junto a tantos otros demostraban que la lucha por los derechos era posible y necesaria.

Ese hecho fue manipulado por algunos medios de prensa, tal el detestable ejemplo del impreso del monopolio clarín, cuando titulaban que la crisis había causado otras dos muertes, como si una situación fuera la que empuñaba un arma y disparaba.

La desinformación para manipular uno, dos asesinatos por parte de uniformados pertenecientes a, suena casi ridículo, fuerzas de seguridad bonaerenses, acusando de ello a “la crisis”…

La desinformación, la manipulación de la información, de un hecho, a “cambio” de lo que sea, en nada contribuye en el fortalecimiento del individuo y del colectivo. La vida y/o la muerte tomadas como mercancía, desdibujando la vida como valor.

24 de junio del 2015, dos días antes de cumplirse un nuevo aniversario de los asesinatos de Maxi y Darío, muere otro joven luego de haber sido “linchado” por supuestos ciudadanos. El argumento o excusa, la defensa ante un intento de robo.

Justicia por mano propia para defender una cartera, un celular, unos pesos. Un precio muy mezquino para ponerle a la vida.

Al respecto Cristina Páez Molina comparte: "…Cuánto vale una vida? quien y como pone precio?.. Que es lo que nos pasa como sociedad, que retrocedemos tanto, los mismos que pregonan que te matan por un celular, matan en todo caso por lo mismo... "cansados" de los "robos" se convierten en asesinos, de la peor estirpe, impunes, cobardes,...esta es la sociedad que quieren? (…) Los medios aportan lo suyo en esto, el pibe muerto es ladrón, pero la patota que lo asesino son "vecinos".. Solo eso… "vecinos" (L,G.)

ES BUENO QUE LO SEPAN, ESTE "LADRÓN" DONÓ TODOS SUS ÓRGANOS PARA DAR VIDA A VAYA A SABER CUÁNTAS PERSONAS, INTEGRANTES QUIZÁS DE ESTA MISMA SOCIEDAD QUE LO ASESINÓ SIN PIEDAD Y QUE HOY ESTÁ OCULTA!!...”

Nuestra sociedad padece varias patologías que intenta disimular con la manipulación de un discurso, con el abuso opinológico mediático, donde se muestra un claro des-precio por la vida, ensalzando el precio de lo que sea en esto de “la posesión”.

Pero no es sólo uno o varios males que afectan al común de la sociedad, son también “infectados” de avaricia, sordera y ceguera social quienes pertenecen a los diferentes poderes del estado que, en el mejor de los casos, miran para otro lado, en el peor buscan la justificación “cueste lo que cueste”, no vaya a ser que un supuesto ladrón muerto por las “pulcras manos de la sociedad”, sea reivindicado y tomado en cuenta para enrostrar la miserabilidad que hipócritamente se pretende ocultar o disimular.

La autocrítica no es práctica habitual. La autojustificación se ha convertido en un descarado ejercicio cotidiano que, a pesar de los maquillajes, no puede disfrazar tanta barbarie civilizada.

Individual y colectivamente nos debemos la autocrítica necesaria para reivindicarnos ante nosotros mismos y el transmutar precio por valor.

Nos debemos una re-conceptualización del término “vida” para darle el status que merece esta denominación tan puesta a remate a lo largo de nuestras existencias.

Marilina Ross nos aleccionaba diciendo: “…No, permanecer y transcurrir no siempre / quiere sugerir honrar la vida. Hay tanta pequeña vanidad / en nuestra tonta humanidad enceguecida…”

Seamos capaces de recuperar la vista y desterrar la vanidad, para honrar la vida y poder existir con dignidad.

Que así sea.

NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma

elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com

www.elclubdelapluma.com.ar

DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.

POR FM 103.9 RADIO INÉDITA

www.radioinedita.com.ar

Notas y Material Consultado

http://www.lmcordoba.com.ar/nota.php?ni=208596&utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter


[Leer licencia]
Este material se publica bajo los términos de la licencia:
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Usted es libre de:

Compartir — copiar y redistribuir el material en cualquier medio o formato.

Adaptar — remezclar, transformar y construir a partir del material.

Bajo los siguientes términos:

Atribución — Usted debe dar crédito de manera adecuada, brindar un enlace a la licencia, e indicar si se han realizado cambios.

No Comercial — Usted no puede hacer uso del material con propósitos comerciales.

Compartir Igual — Si remezcla, transforma o crea a partir del material, debe distribuir su contribución bajo la la misma licencia.


 
ESTE CONTENIDO NO TIENE COMENTARIOS