Editorial Radio Latacunga 2014-02-25
Mgstr. Eduardo Guerrero Guevara
Los oyentes de las emisoras hemos escuchado las propuestas de los candidatos a autoridades de elección popular, ofreciendo el oro y el moro cuando sean electos para ocupar las dignidades; nos presentaron propuestas, promesas y planes de gobierno; muchos ejecutables y otros no ejecutables. Si todo cumplen, necesitarán dinero que desbordará los presupuestos de los gobiernos seccionales, quizá 3 ó 4 veces más; sabemos que cada instancia seccional tiene un presupuesto determinado de acuerdo a las características geográficas y de población.
Ante tales ofrecimientos, los ciudadanos y ciudadanas seremos como los profesores: les tomaremos la lección para exigirles la ejecución de lo presentado; para exigirles respeto; para exigirles que sean hombres y mujeres de palabra; la palabra dada se cumple como personas de una calidad ética bien alta.
Como decíamos en nuestro programa propuesta electoral; todo lo que han dicho ha quedado grabado en la profundidad de la mente y corazón de los oyentes, a más quedaron grabadas en nuestras computadoras; contamos con un equipo de grabación de audio, donde están registradas cada una de las palabras, frases y planteamientos. No se podrá olvidar, aunque se dice que la memoria histórica es frágil, sin embargo en honor a nuestra audiencia reproduciremos lo que dijeron los candidatos ganadores.
Los triunfadores están en la obligación de ser consecuentes con sus planes de gobierno; rodearse de un equipo de trabajo con todas las características que demanda la administración pública; lejos de llenar los gobiernos seccionales con pipones o burócratas.
Las autoridades electas, ya sea las reelectas o las nuevas, cumplirán sus responsabilidades de acuerdo a las leyes y normas del Ecuador; sobre todo para buscar el bienestar de los ciudadanos, despojándose de ser miembro de tal o cual agrupación política; si se unieron a ella es para lograr participar en la contienda electoral, más no representa ser fieles a ella por sobre los intereses del bien común.
Les interpela la realidad que vive el pueblo, con toda la problemática social, económica, cultural y política; se llenaron la boca al enunciar la situación de pobreza y exclusión de las grandes mayorías de la provincia y del país; esto es suficiente para poner su corazón y todos los sentidos en la gestión.
Desterrar los signos de corrupción y podredumbre en la mayoría de gobiernos seccionales ya sea en el provincial, en los cantonales o en los gobiernos parroquiales; recordemos que a gritos se piden autoridades honestas y con las manos limpias; administrar los recursos del Estado, más no servirse de los recursos para beneficio personal, familias o de grupos. En fin, seremos como los profesores, les tomaremos la lección