FECHA: 22 de febrero de 2018
REDACTOR: Martha Gómez Ferrals
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: El alma grande de Francisco Vicente Aguilera.
Un cáncer de laringe acabó con la vida del ilustre patriota cubano Francisco Vicente Aguilera, casi congelado y en un día del crudo invierno neoyorquino, el 22 de febrero de 1877.
Casi hasta su último minuto ofrendó sus servicios a la Patria aquel bayamés nacido en cuna opulenta, dentro de la familia más rica del oriente cubano, el 23 de junio de 1821.
Luego de ofrecer de manera voluntaria y totalmente altruista sus cuantiosos bienes materiales a la causa de la independencia de su país, murió en tierra extraña, en la emigración y en la más absoluta pobreza.
Sin embargo, Aguilera había ganado un sitial de honor entre los fundadores de la nación, por su activa participación en los preparativos de la primera gesta libertaria, la Revolución iniciada por Carlos Manuel de Céspedes en 1868, suceso trascendente cuyo aniversario 150 se conmemora en el actual año, el 10 de octubre.
Aparte de la valentía, la fuerza de sus ideales políticos independentistas y antiesclavistas, que abrazó desde muy joven, en franca contradicción con sus intereses de clase, su pundonor de caballero de ley, no solo por su oficio de abogado y su amor por la tierra que lo vio nacer, Aguilera tuvo la luz especial que irradia un corazón bondadoso y sobre todo desinteresado, y una constante vocación de servicio rayana en lo increíble.
Era el alma grande -en su dimensión más espiritual- de aquella pléyade de impetuosos caballeros que fundaron bajo su dirección el primer Comité Revolucionario de Bayamo y el Oriente el 13 de agosto de 1867.
En su casa y en la de Perucho Figueredo, que esa misma noche compondría la marcha guerrera La Bayamesa, con Francisco Maceo Osorio y Carlos Manuel de Céspedes, entre los participantes, no hubo mejor lugar de conspiración y fragua del futuro alzamiento.
Hay historiadores que calculan su fortuna, heredada del patrimonio familiar por encima de los 2 MILLONES de ducados, una cifra muy importante para la ´época, por su gran poder mercantil y de inversión, y que debía asegurar una vida de lujo de su familia por largos años. De modo que los rumores de que entró en la guerra por su inminente ruina económica no eran ciertos.
Pero para Francisco Vicente Aguilera no había nada más importante que el deber que el mismo se trazó, de liberar a su Patria. No había algo más esencial que actuar con una honradez y un código moral sin tacha. Eso ya nos lo presenta como un ser extraordinario.
Manuel Sanguily, otro prócer destacado de las primeras campañas por la independencia escribió certeramente sobre él: “No sé qué haya una vida superior a la suya, ni hombre alguno que haya depositado en los cimientos de su país más energía moral, más sustancia propia, más privaciones a su familia adorada, ni más afanes ni tormentos del alma”.
Fue un comentario de Martha Gómez Ferrals en la voz de… y la realización de…ACN RADIO