SEÑORA “Y dijo Dios a Noé: fabrica un arca de madera porque voy a mandar un diluvio que acabará con todos los seres vivos que hay sobre la tierra. Tú y tu familia se salvarán. Y de todos los seres vivos, meterás en el arca dos de cada especie, macho y hembra, para que vivan después del diluvio. Así lo hizo Noé, conforme Dios le había ordenado”... (SUSPIRA) Ay, qué hermosas son las historias de la Biblia...
VECINO (LLEGANDO) ¿Cómo dijo usted, mi querida vecina? ¿Historia? Diga mejor el “cuento” del arca de Noé...
SEÑORA ¿Cómo que el cuento?
VECINO El cuento, sí. Eso que usted está leyendo es un cuento.
SEÑORA Pero, vecino, ¿cómo va a ser un cuento si está escrito en la Biblia?
VECINO A ver, vecina, dígame, ¿usted tiene la cabeza para pensar o para ir a la peluquería?
SEÑORA No me ofenda, vecino, que yo saqué mi bachillerato con las mejores notas.
VECINO Pues entonces, piense, razone. ¿Usted cree que en un barco de madera caben todos los animales del mundo?
SEÑORA Bueno, apretándose un poquito...
VECINO Vecina, por el amor de Dios, ¿usted sabe cuántas especies de animales hay?
SEÑORA La verdad es que no tengo ni idea...
VECINO Ni yo tampoco... Espere, déjeme consultar en internet... “especies animales”... espere un poquito... (SONIDOS COMPUTADORA)... Escuche...
VOZ Se calcula que en el planeta Tierra viven actualmente 9 millones de especies diferentes de animales... aves, reptiles, mamíferos, peces, insectos...
VECINO ¿Oyó? O sea que en esa arca de Noé iban dos leones furiosos, macho y hembra, dos elefantes enormes, macho y hembra, dos jirafas, dos tigres, dos conejos, si no se los comieron antes los leones, dos cocodrilos, dos gallinas, dos... Y así hasta nueve millones de parejas de animales... ¿Se da cuenta? Eso es una locura.
SEÑORA Bueno, para Dios nada es imposible.
VECINO Para Dios no, pero para ese tal Noé sí. ¿Cómo iba a alimentar a nueve millones de parejas de animales... Pero además, esos son los animales que viven ahora... pero en tiempos de Noé vivían otros y él los tenía que salvar a toditos, ¿no?
SEÑORA ¿Y cuáles eran esos otros?
VECINO Pues... los dinosaurios, por ejemplo. ¿Usted se imagina a Noé metiendo en el arca a dos tiranosaurios rex, a dos gigantescos diplodocus, a todos esos bichos grandísimos que aparecen en la película del parque jurásico?
SEÑORA Sí, le confieso que está un poco difícil...
VECINO Y no hemos hablado de los animales peligrosos...
SEÑORA ¿Cuáles son los peligrosos?
VECINO Imagínese al pájaro carpintero, que le gusta hacer huecos en la madera. En la madera de los barcos también. (SONIDO DEL PAJARO LOCO)... O a la polilla, el comején, que se come la madera... Y en esa época no existían los insecticidas.
SEÑORA Entonces, vecino, ¿usted qué me quiere decir con todo este discurso? ¿Que lo que dice aquí la Biblia es mentira?
VECINO No, no es mentira. Es un cuento. Y los cuentos, las poesías, los mitos, no son mentira ni son verdad. Son cuentos.
SEÑORA Entonces, si así es la cosa, voy a tener que leer la Biblia de otra manera...
VECINO Muy bien dicho, vecinita. La Biblia no hay que tomarla al pie de la letra. Noé no existió, ni el diluvio ni el arca con los animales. Tampoco existió la torre de babel ni adán y eva ni moisés cortando el mar rojo como si fuera una sandía. Son relatos que tienen una moraleja, una enseñanza, pero que nunca existieron. Son cuentos. Y los cuentos... cuentos son.
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