FECHA: 01-11-2018
REDACTOR: Lian Morales Heredia
SONIDO: TEMA DE PRESENTACIÓN
LOC: El bosque y la conexión de la existencia
Una cordillera es una articulación telúrica, una montaña une las nubes con el mar a lo largo de los entresijos terráqueos, un árbol determina la vida y la muerte de seres sobre la tierra, bajo el agua o en el aire; todos tienen algo en común, son conexiones, nexos que sujetan la existencia.
Así asume el proyecto Conectando Paisajes su enfoque paisajístico para preservar la biodiversidad en ecosistemas montañosos amenazados a lo largo de toda Cuba.
La iniciativa llega en 2018 a la mitad de sus ocho años de ejecución, con éxitos protagonizados por el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (BIOECO), comunidades serranas y el apoyo de la iniciativa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Yoira Rivera, coordinadora provincial del proyecto, refirió a la ACN que sobresale la gran participación de los campesinos en la experimentación y aplicación de prácticas sostenibles para la recuperación de bosques y las producciones agropecuarias.
Este año, en inventarios biológicos liderados por Rivera en cinco fincas agroforestales en las zonas de acción, asociadas al Pico Cristal y Charrascales de Mícara en Segundo Frente y La Caoba, en San Luis, se contabilizaron 734 especies de flora, 23 endémicas y dos amenazadas.
Además, se localizaron 393 especies de moluscos, aves, anfibios, reptiles e insectos, 110 endémicas y 10 amenazadas, aunque continúa el conteo de la variedad de especies y la cantidad de endémicas y amenazadas.
María Esther Padilla, presidenta de la Unidad Básica de Producción
Cooperativa La Calabaza, estructura escuela de Conectando Paisajes, ponderó las ventajas de poseer un polígono de conservación de suelos para generalizar cultivos de especies en peligro de extinción, como el caguairán, el tengue y el dagame.
Barreras vegetales y siembras en curvas contrarias a las pendientes para minimizar el arrastre de nutrientes, trochas contra incendios, abonos orgánicos y plantas protectoras de enfermedades, también generan más productividad cafetalera.
Para recuperar el desarrollo cafetalero afectado por la inobservancia de estas prácticas y la erosión de los suelos, María Esther creó un centro de propagación vegetativa por esquejes e injertos.
Hoy, las trabajadoras de esos viveros tienen un salario mensual promedio de mil 926 pesos, que debe aumentar este año gracias al plan de producir 120 mil posturas y 100 toneladas de humus de lombriz.
Fue un comentario de Lian Morales Heredia … en la voz de… y la realización de…
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