EL CIELO Y LA TIERRA
CONTROL: MUSICA FÚNEBRE.
NARRADORA: Un día, mientras caminaba por la calle, un famoso líder político fue atropellado por un camión y murió. En la puerta del cielo se encontró con San Pedro.
CONTROL: ARPA MAGICA.
POLÍTICO: Yo creo, que tengo ganadas las puertas del cielo. Todo lo que hacía allá en la tierra, lo hacía en nombre de Dios.
SAN PEDRO: Pues, yo creo que tenemos un problema.
POLITICO: ¿Qué problema, los políticos siempre creamos problemas para después arreglarnos?
SAN PEDRO: (DUDOSO) Es que no se si dejarte pasar. Muy raramente un político entra al cielo.
POLITICO: Pero, si busco a Dios, él no me puede abandonar.
SAN PEDRO: Te propongo un trato. Quiero que pasés un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego elegís donde querés quedarte.
CONTROL: ASCENSOR
NARRADORA: El político aceptó el trato y bajó hasta el infierno. Al llegar, encontró en una casa club, a todos sus amigos políticos que habían trabajado con él. Estaban vestidos con traje de noche. Cuando lo vieron corrieron a saludarlo, lo abrazan y recordaron los buenos tiempos, cuando se enriquecían a costa del pueblo. Jugaron golf y comieron. El día pasó tan rápido y muy pronto el político tubo que abandonar el infierno.
CONTROL: ASCENSOR
NARRADORA: El político subió nuevamente al paraíso, ahí lo esperaba San Pedro. En el paraíso el político pasó de nube en nube, tocando el arpa y cantando, hasta que se le fue el día.
SAN PEDRO: Ahora, tenés que elegir ¿Dónde querés pasar la eternidad?
POLITICO: (REFLEXIVO) Bueno, el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.
SAN PEDRO: Entonces no hay tiempo que perder, vete para el infierno.
CONTROL: ASCENSOR
NARRADORA: Otra vez, el político bajó y bajó por medio del ascensor, hasta llegar al infierno. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, se encontró en medio de una tierra desierta, cubierta de muchos desperdicios. Vio a todos sus amigos vestidos con trapos viejos, recogiendo los desperdicios y metiéndolos en unas bolsas negras. Entonces se le acercó al diablo.
POLITICO: No entiendo. Ayer estuve aquí y había un campo de golf, un casa club. Encontré a todos mis amigos, comimos, nos divertimos y bailamos.
DIABLO: (RIE) Es sencillo, lo que pasa es que Ayer estábamos en campaña! ¡Hoy, ya votaste por nosotros! Elegistes el infierno y no hay vuelta a tras.
CONTROL: MUSICA FÚNEBRE.
NARRADORA: Un día, mientras caminaba por la calle, un famoso líder político fue atropellado por un camión y murió. En la puerta del cielo se encontró con San Pedro.
CONTROL: ARPA MAGICA.
POLÍTICO: Yo creo, que tengo ganadas las puertas del cielo. Todo lo que hacía allá en la tierra, lo hacía en nombre de Dios.
SAN PEDRO: Pues, yo creo que tenemos un problema.
POLITICO: ¿Qué problema, los políticos siempre creamos problemas para después arreglarnos?
SAN PEDRO: (DUDOSO) Es que no se si dejarte pasar. Muy raramente un político entra al cielo.
POLITICO: Pero, si busco a Dios, él no me puede abandonar.
SAN PEDRO: Te propongo un trato. Quiero que pasés un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego elegís donde querés quedarte.
CONTROL: ASCENSOR
NARRADORA: El político aceptó el trato y bajó hasta el infierno. Al llegar, encontró en una casa club, a todos sus amigos políticos que habían trabajado con él. Estaban vestidos con traje de noche. Cuando lo vieron corrieron a saludarlo, lo abrazan y recordaron los buenos tiempos, cuando se enriquecían a costa del pueblo. Jugaron golf y comieron. El día pasó tan rápido y muy pronto el político tubo que abandonar el infierno.
CONTROL: ASCENSOR
NARRADORA: El político subió nuevamente al paraíso, ahí lo esperaba San Pedro. En el paraíso el político pasó de nube en nube, tocando el arpa y cantando, hasta que se le fue el día.
SAN PEDRO: Ahora, tenés que elegir ¿Dónde querés pasar la eternidad?
POLITICO: (REFLEXIVO) Bueno, el paraíso ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.
SAN PEDRO: Entonces no hay tiempo que perder, vete para el infierno.
CONTROL: ASCENSOR
NARRADORA: Otra vez, el político bajó y bajó por medio del ascensor, hasta llegar al infierno. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, se encontró en medio de una tierra desierta, cubierta de muchos desperdicios. Vio a todos sus amigos vestidos con trapos viejos, recogiendo los desperdicios y metiéndolos en unas bolsas negras. Entonces se le acercó al diablo.
POLITICO: No entiendo. Ayer estuve aquí y había un campo de golf, un casa club. Encontré a todos mis amigos, comimos, nos divertimos y bailamos.
DIABLO: (RIE) Es sencillo, lo que pasa es que Ayer estábamos en campaña! ¡Hoy, ya votaste por nosotros! Elegistes el infierno y no hay vuelta a tras.
