LOCURA ¡Vamos a jugar a las escondidas!
NARRADOR La INTRIGA levantó la ceja intrigada, mientras que la CURIOSIDAD no podía contenerse:
CURIOSIDAD ¿A las escondidas?... ¡Cuéntame, yo quiero saber, cuéntame!
NARRADOR La locura les explicó:
LOCURA Es un juego en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras todos ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
NARRADOR El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada.
NARRADOR Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué, si al final siempre la hallaban? Y la SOBERBIA opinó:
SOBERBIA Es es un juego muy tonto.
NARRADOR En el fondo, lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella. Y la COBARDÍA dijo:
COBARDÍA No, yo prefiero no arriesgarme.
NARRADOR Pero la LOCURA comenzó a contar:
LOCURA Uno, dos, tres, cuatro, cinco…
NARRADOR La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino y ahí se quedó.
LOCURA 426, 427, 428…
NARRADOR La FE subió al cielo. La ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD, en cambio, casi no encontraba sitio donde esconderse. Cada lugar que hallaba le parecía estupendo para alguno de sus amigos...
UNO Mira, un lago cristalino.
GENEROSIDAD Eso es ideal para la BELLEZA.
UNO ¡La hendija de un árbol!
GENEROSIDAD Eso es perfecto para la timidez.
UNO ¡El vuelo de la mariposa!
GENEROSIDAD Lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD.
UNO ¡Una ráfaga de viento!
GENEROSIDAD Magnífico para la LIBERTAD.
NARRADOR Así que la GENEROSIDAD terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado y cómodo.
EGOÍSMO Pero este sitio es sólo para mí. Aquí nadie se esconde. Sólo yo.
NARRADOR La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos.
MENTIRA Mentira, en realidad me escondí detrás del arco iris.
NARRADOR La PASIÓN y el DESEO se ocultaron juntas, en el centro de los volcanes. Y el OLVIDO...
OLVIDO ¿El qué?
NARRADOR Bueno, el olvido se nos olvidó. Pero eso no es lo importante. Cuando la LOCURA contaba…
LOCUTOR 999.999…
NARRADOR … el AMOR no tenía sitio donde esconderse porque todos los lugares de la tierra estaban ocupados. Hasta que divisó un rosal y, enternecido, el AMOR se escondió entre las rosas.
LOCURA ¡Un millón!
NARRADOR … Contó la LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA, a sólo dos pasos de la primera piedra. Luego escuchó a alguien discutiendo con Dios sobre teología.
LOCURA Esa es la FE. ¡Te encontré!
NARRADOR A la PASION y el DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido descubrió a la ENVIDIA y, por supuesto, pudo deducir dónde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo porque él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.
EGOÍSMO GRITOS
NARRADOR De tanto caminar, la locura sintió sed. Se fue al lago cristalino y…
LOCURA ¡La BELLEZA!... ¡Te encontré!
NARRADOR Con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún…
DUDA ¿De qué lado me escondo, eh?
NARRADOR Así fue encontrando a cada uno de los sentimientos. Al TALENTO entre la hierba fresca, a la ANGUSTIA en una oscura cueva, a la MENTIRA detrás del arco iris...
MENTIRA Mentira, si estaba escondida en el fondo de los océanos.
NARRADOR Y al OLVIDO…
OLVIDO ¡Ay, se me olvidó que estaba jugando a las escondidas!
NARRADOR Sólo el AMOR no aparecía por ninguna parte. La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas... Se volvió loca buscando… Ya estaba dándose por vencida, cuando divisó un rosal… Se acercó lentamente… Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó...
AMOR ¡Ay!
NARRADOR Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no hallaba cómo disculparse... Lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces y hasta hoy, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, el amor es ciego… y la locura siempre lo acompaña.
COLABORACIÓN DE
Agrupación de narración oral Cuenta Peregrino (Venezuela)
Una producción de RADIALISTAS APASIONADAS Y APASIONADOS / www.radialistas.net
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