Producción: Lizardo Rojas Tovar. digitalaudiomix@yahoo.com
Neiva (Huila)- Colombia
NARRADOR: Había una vez un perro muy glotón que siempre estaba buscando comida entre la basura y los desperdicios. También rondaba los mercados y los restaurantes, meneando el rabo y ladrando a la gente para que le tiraran un hueso o un mendrugo de pan.
No solía conseguir gran cosa de esa manera, pero un día se encontró con un hermoso trozo de carne, grande y jugoso. Al principio no dio crédito a sus ojos, pensó que se trataba de una visión.
PERRO: Oh, que maravilla, no lo puedo creer, debo estar soñando,¿Quién podía haber abandonado tan delicioso pedazo de carne?
NARRADOR: Se abalanzó por fin sobre el suculento manjar, lo mordió fuertemente notando que era real, que no estaba soñando y verdaderamente tenía en la boca el más delicioso de los bocados.
PERRO: Mmmm, que delicia, sabe muy bien, pero no debo comerlo aquí, los demás perros callejeros podrían quitármelo o tendré que compartirlo con el pulgoso de mi vecino. Buscare un sitio solitario donde nadie me interrumpa y pueda saborearlo a mi gusto.
NARRADOR: Al pasar junto a un estanque, miró de reojo hacia el agua y cuál no sería su asombro al ver junto a la superficie, como flotando a pocos centímetros de profundidad, otro trozo de carne más grande y apetitoso que el que levaba en la boca.
PERRO: No lo puedo creer, no es posible que un mismo día este milagro suceda dos veces seguidas, otro pedazo de carne igual... !No, más grande y jugoso todavía!.
NARRADOR: El perro se quedó muy quieto, como hipnotizado, mirando fijamente al agua y cuanto más miraba más se convencía que el otro pedazo de carne era mejor que el suyo. Creyó ver que otro perro lo llevaba entre sus dientes, del mismo modo que él llevaba su bocado.
PERRO: No resultará difícil para mi quitarle ese trozo de carne a ese perro tonto que me mira como asombrado, debo ser astuto y obrar con inteligencia para llevar a cabo mi plan.
NARRADOR: Fue acercando el hocico poco a poco al agua, y cuando estuvo a pocos centímetros de la superficie (FX AGUA) no pudo aguantar más y abrió la boca para agarrar la carne que veía flotar en el estanque.
Naturalmente, al abrir la boca, se le cayó al agua el trozo que llevaba y el otro también desapareció, pues no era más que el reflejo en el estanque del trozo de carne jugoso y delicioso que había encontrado.
A veces, por perseguir una ilusión sin fundamento, descuidamos lo que ya tenemos y acabamos quedándonos sin nada. Como dice el refrán: " Vale más pájaro en mano que cien volando".