NARRADORA Cuenta la leyenda que allá por el siglo once, en plena Edad Media, existió un rey llamado
CANUTO Canuto.
NARRADORA El rey Canuto era muy poderoso. Reinaba sobre
CANUTO Inglaterra, Dinamarca, Noruega y Escocia.
NARRADORA A pesar de su nombre, el rey Canuto no era tan bruto. Al contrario, tenía fama de gobernante sabio y prudente.
CANUTO Brutos son los que me rodean. Mejor dicho, no son brutos, sino adulones.
EFECTO TROMPETA
SIERVO 1 ¡Oh, rey, glorioso rey, recibe la obediencia de éste tu siervo!
SIERVA ¡Oh, rey, maravilloso rey, tus palabras serán órdenes para mí!
SIERVO 2 ¡Rey Canuto, habla y el mundo se arrodillará ante ti! ¡Hasta el Sol, la Luna y las estrellas se pondrán a tu servicio!
NARRADORA El rey Canuto recibía tantas reverencias, tantos elogios, tantos aplausos, que un día decidió deshacerse de aquella corte de adulones.
CANUTO (MEDIA VOZ) Serviles, sobones, babosos, quitamotas, lamefondillos (CAMBIA) ¡Atiendan bien, mis súbditos!
VARIOS ¡Ordene, Su Majestad!
CANUTO Ustedes dicen, y con razón, que mi gloria y mi poder son tan grandes que nadie osaría desobedecerme. ¿No es así?
VARIOS Así es, Su Majestad.
CANUTO Muy bien. Pues llevarán mi trono a la orilla del mar.
VARIOS ¿A la orilla del mar?
CANUTO Sí, y ustedes vendrán conmigo.
VARIOS ¡Como ordene, Su Majestad!
CONTROL MUSICA DE ÉPOCA
EFECTO MAR
NARRADORA Los súbditos del rey Canuto cargaron el trono hasta la playa más cercana. (RUIDOS) Todavía la marea estaba baja cuando el rey, con voz de trueno, se dirigió al océano y le ordenó:
CANUTO Escúchame tú, mar océano. Yo soy el rey y debes obedecerme, igual que me obedecen todos estos que me rodean. Así pues, te ordeno que no subas ni invadas mis tierras con tus aguas. Ni se te ocurra mojar el ruedo de mi manto.
NARRADORA Dicho esto, el rey Canuto se sentó en el trono colocado a orillas del inmenso mar. Mientras, todos sus súbditos
CANUTO (MEDIA VOZ) Serviles, sobones, babosos, quitamotas, lamefondillos
NARRADORA quedaron en silencio, expectantes.
EFECTO MAR
NARRADORA Al rato, el mar, ignorando la orden del rey, comenzó a subir lentamente. La marea levantó las aguas y mojó las sandalias del rey Pero los súbditos seguían guardando silencio
EFECTO MAR
NARRADORA Subió más y empapó el manto de lino blanco y púrpura
CANUTO ¡Tontos!... ¿No ven que me estoy mojando?
SIERVO 1 Pero usted ordenó al mar que no subiera, Su Majestad
SIERVA 1 El océano tiene que obedecerle, Su Majestad.
CANUTO Y ustedes tienen que largarse de aquí. Largarse por tontos. Por brutos. Quedan todos despedidos.
VARIOS Pero, Su Majestad
CANUTO Ustedes saben que la naturaleza no obedece órdenes humanas, aunque vengan del rey. Pero se quedaron callados por serviles,
sobones, babosos, quitamotas, lamefondillos
VARIOS Ohhh
CANUTO ¡Váyanse, y aprendan que ninguna autoridad necesita adulones! ¡Yo quiero colaboradores que critiquen lo que haya que criticar, que opinen, que señalen los errores, que discutan mis órdenes si son absurdas!... ¡Váyanse!
CONTROL MÚSICA DRAMÁTICA
LOCUTOR Esta leyenda está dedicada a presidentes, gobernantes, diputadas y diputados, senadores, alcaldes y alcaldesas, y tantas autoridades que viven rodeados de adulones, y no siguen el sabio ejemplo del rey Canuto.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.enlabuhardilla.com/Sabiasque/