Primero fueron Los Stereos; luego Los Shadows y, finalmente, Los Masters en 1966.
En forma paralela a Los Jaivas, comenzaron hacia 1969 a experimentar con instrumentos autóctonos.
Y con la incorporación de Francisco Sazo, proveniente de Los Sicodélicos, el nuevo conjunto completó su formación: Congreso.
En 1971 editaron El congreso, su primer álbum, que incluyó un tema basado en el poema de Neruda “Maestranzas de la noche”.
El golpe militar de 1973 truncó el proceso de grabación de su segundo disco, Terra incógnita, lanzado recién dos años más tarde y con una difusión escasa, dado el cierre de espacios culturales.
La banda no bajó sus brazos, y se convirtió en una de las pocas agrupaciones que continuó trabajando en Chile durante los primeros años de la dictadura.
Música de fusión y letras casi crípticas fueron sus códigos para sobrevivir a la rigurosa vigilancia estatal:
“Cuatro jinetes negros / pasan volando / Van levantando noche / niebla y espanto“, dicen en la “Cueca del apocalipsis” en el tema “Arcoiris de hollín”), en una clara alusión a la Junta Militar.
Dos años después Congreso grabó La misa de los Andes, que no alcanzó gran difusión y antecedió el primer desperdigamiento del grupo.
Los tres hermanos González tardaron más de un año en rearmar el grupo.
Fue clave conocer al joven brasilero-chileno Joe Vasconcellos, cuyos intereses latinoamericanistas y su formación musical apuntalaron la nueva formación.
Ya se había intregrado hacía poco el bajista Ernesto Holman, quien habría de convertirse en uno de los hombres más representativos del nuevo sonido de fusión del grupo.
Con ese esquema Congreso publicó Viaje por la cresta del mundo en 1981…
, uno de sus más sólidos trabajos, y que además alcanzó reconocimiento público, gracias a la inclusión del clásico “Hijo del sol luminoso”.
Con su disco, Ha llegado carta 1983 deambularon por muchos escenarios, y fueron contratados por CBS-Argentina para registrar una nueva producción.
La salida de Vasconcellos llevó al grupo a centrar su repertorio en temas instrumentales, con los que dieron vida a Pájaros de arcilla en 1984.
Fue un disco que apenas circuló en Chile, y que los alejó del público local, generando una nueva crisis.
Con la reincorporación de Sazo publicaron otro disco que se convirtió en un referente obligatorio del nuevo Congreso: Estoy que me muero en1986.
En ese camino editaron Para los arqueólogos del futuro en 1989, uno de los discos de más ágil ritmo en su historia, y que fue el primero del grupo en alcanzar la categoría “de oro”
La historia posterior de Congreso, que parece no haber terminado, la seguiremos en futuros programas.
El texto de este programa fue extraído de un artículo de Jorge Leiva, publicado en la página musicapopular punto ce ele.
El disco escuchado hoy fue NUEVA MUSICA LATINOAMERICANA 1971 1982.
Dedicamos el programa a la novia que duerme inocente.